La jugadora del Atlético de Madrid, de 26 años y formada en el Betis, ha sido homenajeada en el Ayuntamiento de Sevilla, un acto en el que la ha acompañado Gordillo
La sevillana Irene Guerrero, componente de la selección de fútbol que se proclamó campeona de Mundo en la final ganada a Inglaterra hace dos semanas en Sídney, destacó este martes que le da "rabia" todo lo sucedido con su compañera Jenni Hermoso y presidente de la Federación Española, Luis Rubiales, suspendido por la FIFA durante 90 días, porque el "foco debe estar en lo conseguido".
Ayer fue Olga Carmona y hoy ha sido Irene Guerrero la que ha recibido el reconocimiento de su ciudad. La campeona del Mundo, marcada por el ejemplo de superación de sus padres, jugadores de baloncesto en silla de ruedas, ha sido homenajeada en el Ayuntamiento de Sevilla. El alcalde, José Luis Sanz, ha adelantado que también recibirá la próxima medalla de oro de la ciudad. De 26 años, formada en el Betis y que cumple con esta su segunda temporada en el Atlético de Madrid, destacó sentirse "muy orgullosa" y agradecida por el reconocimiento y "la visibilidad que se le da al fútbol" femenino.
Preguntada por los periodistas tras el acto por la gran polémica suscitada con Rubiales, apuntó que "son dos situaciones diferentes" y que el "foco debe estar en lo conseguido, en el trofeo ganado y en la puerta que se ha abierto en la mentalidad de la sociedad. Si se sueña en grande, con sacrificio, los sueños de cumplen", dijo.
Irene Guerrero subrayó que ya las "veintitrés compañeras de la selección" ofrecieron un comunicado "apoyando a Jenni" y que por ello le da "rabia, porque eran unas semanas para vivir y disfrutar del deporte, de fútbol" y que en este sentido "los medios de comunicación podrían ayudar a esta visibilidad, a que se ponga el foco en lo que verdaderamente se ha conseguido, que la selección se ha proclamado por primera vez campeona del mundo de fútbol".
La sevillana, sobre las actuaciones que debiera emprender su compañera Jenni Hermoso en este conflicto con Rubiales, apuntó que "ella es adulta, madura, y tomará la posición que crea oportuna y lo hablará con su gente de confianza".
También valoró la huelga de hambre que ha iniciado la madre de Rubiales, y aseguró que respeta su postura y que "una madre en una situación límite tome esa decisión", aunque confió en que "esta situación se solucione pronto y que lo que brille sea lo que se ha conseguido".
La centrocampista, preguntada por si la solución es que Luis Rubiales deje definitivamente la Federación Española, relató que ella se basa en el "día a día, en el presente", e insistió en que espera que "este crecimiento" del fútbol femenino "no se vea empañado y que todos remen en la misma dirección".