Espartinas reivindica con un seminario la presencia de la Embajada Keicho en el municipio
Fue en el siglo XVII cuando Espartinas dio cobijo a la Embajada del samurai Hasekura.
Durante un año convivió con fray Luis Sotelo en el monasterio del Loreto.
Ahora Espartinas reivindica su papel en la expedición que quiere convertir en motor turístico.
Coria del Río tiene muy presente el legado de la comunidad japonesa, 400 años después de la embajada que llegó a Sevilla por el Guadalquivir, encabezada por el samurai Hasekura y el franciscano fray Luis Sotelo. Pero hay otra localidad sevillana, Espartinas, que reivindica su protagonismo en esta misión.
Hay varios documentos que certifican la estancia de esta Embajada en el municipio del Aljarafe sevillano, en la Hacienda Mejina y el Santuario de Loreto, donde los monjes franciscanos acogieron a estos personajes. La embajada Keicho llegó a principios del siglo XVII para establecer relaciones comerciales con Españay pasó por Espartinas en dos ocasiones, la segunda por un periodo de un año.
Un Seminario internacional reivindica estos días el papel de Espartinas que aspira a hacer de la embajada Keicho y de sus lugares emblemáticos un punto de atracción turística. En él ha participado el profesor de la Universidad de Cádiz José Luis Caño ha defendido que sin un religioso, como el franciscano Luis Sotelo, esto no hubiera sido posible. Él encabezó la expedición evangelizadora que le llevó hasta Japón. Además, Espartinas se convierte en referente ya que fue lugar de estancia de la expedición que estuvo durante un año antes de volver a su país.
Junto al catedrático gaditano, ha participado en el seminario el profesor de la Universidad de Nagasaki, Osami Takizawa, quien no solo ha recordado los hitos que jalonaron la expedición sino que ha relatado cómo han sido capaces de encontrar en la ciudad a descendientes de aquellos aventureros que se alojaron en Espartinas.
