El Sevilla ya está en Budapest escoltado por un 'ejercito rojo' de 13.000 incondicionales

La expedición del Sevilla ya se encuentra en Budapest para jugar este miércoles la final de la Europa League ante la Roma en el 'Puskas Arena'. Tras desplazarse al hotel, el equipo de Mendilibar se ejercitará este martes por la tarde en el escenario del partido con los jugadores disponibles, aunque han viajado todos, incluso canteranos del filial, para vivir la esperada fiesta.

No estarán solos, ni mucho menos, porque no dejan de llegar, a cuentagotas, eso sí, aficionados sevillistas por diversos medios; en chárter directo, en vuelos con numerosas escalas; en tren o incluso en coche. El caso es que desde primeras horas de este martes, el bullicio habitual del sevillano aeropuerto San Pablo ha ido aumentando significativamente en una instalación en la que el rojo y blanco predomina entre los miles de hinchas del Sevilla que se desplazan a Budapest. Y es que en avión se espera que sean unos 7.000 aficionados los que se trasladen hasta la capital húngara; unos 2.000 este martes y unos 5.000 el miércoles.

Finalmente, según ha informado el club hispalense, cerrado el periodo de adquisición de entradas planteado por la UEFA para la afición sevillista, se han vendido 13.018 localidades, la cantidad más grande de todas las finales disputadas hasta ahora. Serán los que puedan ver el partido en la capital húngara y antes disfrutar de una zona para aficionados (Fan Zone) sevillistas ubicada en 'Kincsem Park Albertisai út', con un horario entre las 11.00 y las 17.00 horas del miércoles, día del encuentro.

El primero de los sevillistas, su presidente, José Castro, ha considerado que a su equipo le "viene muy bien" que el favorito para la final "sean ellos", en referencia a su rival, la Roma, si bien advierte que "la igualdad se verá en el campo" y que, como sucedió ante el Manchester United inglés y la Juventus italiana en las eliminatorias anteriores, "con un gran currículum y un gran presupuesto", si el Sevilla gana es "porque hay estructuras fuertes para seguir creciendo".

Castro alucina con cómo ha cambiado todo y se ven en un lugar inimaginable a mediados de temporada. "En dos meses se la ha dado la vuelta a la situación. Toca disfrutar de la final. Otro club la hubiera tirado, no nosotros porque esta competición es religión", ha afirmado orgulloso de que "solo el Sevilla puede ganar un título europeo en España, algo para poner en valor a esta plantilla, que se ha demostrado que era mejor de lo que estaba rindiendo hasta la llegada de Mendilibar".