Medidas para unificar la imagen de los establecimientos comerciales, conservar la identidad del barrio y poner en valor su arquitectura.
Para los comerciantes las nuevas limitaciones, además de restar visibilidad, también reducirán las ventas.
El Ayuntamiento de Sevilla ha revisado el plan de estética visual en el barrio de Santa Cruz. El objetivo es conservar su identidad y poner en valor su arquitectura, frenando el descontrol de rótulos y expositores que alteran el paisaje urbano. Pero la medida ha generado polémica entre los comerciantes.
Con este nuevo giro en la normativa se fijan criterios de diseño, colores y materiales para los establecimientos. Los rótulos deberán ser con letras blancas o doradas, se prohíben los luminosos, y solo se permitirán dos expositores por fachada.
Algunos vecinos expresan sus dudas. Creen que cuando los elementos expuestos llegan a tapar las puertas de las viviendas, la zona se parece más a un zoco. Otros consideran que el barrio ha perdido su esencia hace mucho tiempo, antes era más de familias y ahora es de turistas.
Por su parte, los comerciantes aseguran que las nuevas limitaciones, además de restar visibilidad, también reducirán las ventas, ya que sin reclamos en el exterior la gente no se parará.
Desde el Ayuntamiento insisten en que el objetivo es proteger el patrimonio, según Juan de la Rosa, delegado de Urbanismo y Medio Ambiente. “El objetivo es la unificación de la imagen de los establecimientos del barrio. Hemos actualizado los criterios tras escuchar a los dueños, permitiendo vitrinas y rótulos cerámicos, y ampliaremos la zona si es necesario”, destaca.
En un nuevo intento de eliminar la contaminación visual del barrio con más encanto turístico de Sevilla.