Divorcio confirmado entre el Sevilla y un Isco que está más fuera que dentro

La situación de Isco en el Sevilla se complica cada día un poco más. Este martes se marchaba del entrenamiento apenas diez minutos después de haber comenzado. Unas molestias han servido al futbolista malagueño para abandonar la sesión, justo a tiempo para que la imagen pudiera ser recogida por las cámaras.

Llegó al Sánchez Pizjuán en agosto y apenas cuatro meses después, Isco se ha convertido en un problemón para el Sevilla. Esta es la historia de un futbolista que lo ha ganado casi todo, pero que con solo 30 años parece cansado de su profesión, o al menos del Sevilla.

En todo caso, esta lejos de recuperar su mejor nivel, que empezó con el Málaga en el año 2011. Isco era determinante y firmó goles en la victoria contra el Zenit y el Oporto en Champions y contra el Real Madrid en Liga en 2012, ganando ese año el título de Golden Boy. En el club merengue se fijaron en él y recaló en la capital de España en el verano de 2013, donde iba a pasar nueve años. Pero antes ya había brillado con la selección sub 21 de Lopetegui, con la que se proclamó campeón de Europa en una recordada final ante Italia en Jerusalén, en la que anotó el cuarto tanto de la Rojita. Con el Madrid sumó veinte títulos a su palmarés, entre ellos cinco Ligas de Campeones, aunque el de Arroyo de la Miel destacó especialmente en la Supercopa ganada ante el Manchester United en agosto de 2017.

Alguien que estuvo en lo más alto del firmamento futbolístico y que acreditó, por ejemplo, 11 goles en el curso 16-17 y 9 en el siguiente, ha visto cómo paulatinamente su caché se ha ido devaluando hasta solo marcar dos goles y apenas aparecer en 17 encuentros el año pasado. Su llegada al Sevilla como una auténtica estrella se ha quedado en números también bastante pobres, ya que solo ha marcado un gol, ante el Copenhague en Champions, y ahora no juega ni los amistosos.

Actualmente parece que va a salir por la puerta de atrás del Sevilla.