La imagen fue tallada por Juan de Mesa en 1620
Su mirada de cuatro siglos reconoce el miedo que supone una epidemia. Fue testigo de la gran peste en 1649 que redujo a la mitad la población de Sevilla, a los brotes de cólera en 1833 y 1865. Vio cómo la mal llamada gripe española volvía a azotar en 1918.
Nada es nuevo para él, para este nazareno que tallara Juan de Mesa en 1620 y que es mucho más que una imagen religiosa. Al Gran Poder se le ha rezado, cantado, escrito poemas e incluso anuncios publicitarios. Es fervor, devoción popular, fe, pero también es la manera que tiene un pueblo de entenderse, de buscarse y de encontrarse.
Los Reporteros nos acercan a la devoción que despierta esta imagen, una devoción que bien podría ser estudiada como fenómeno social, y lo hace de la mano de doctores en historia del arte, conservadores y de miembros de su Hermandad.
#reportGranPoder