Nuestro litoral muda la piel en otoño: del bullicio del verano hemos pasado a un desierto de arena en otoño
En "Los Reporteros" les proponemos un viaje en el tiempo y recorremos los mismos lugares en las dos estaciones
Las vacaciones en la playa tienen sus propios códigos, sus propios hábitos, inalterables verano tras verano. Dos de cada tres turistas eligen el litoral como destino, buscando en el aluvión la prometedora combinación de salitre y descanso. Sucede cada año: la costa es la patria del gentío y la hostelería y los comercios hacen su agosto en tres meses frenéticos. Pero luego, en cuanto asoma el otoño, turistas y negocios desaparecen, como si nunca hubieran existido.
Pero ¿Qué ocurre allí donde la arena de las playas se convierten en un desierto de arena? Para responder a esa pregunta en "Los Reporteros" les proponemos un viaje en el tiempo. Imaginen que no estamos en diciembre, si no en julio.
El contraste entre el verano hiperactivo y un invierno sin pulso, no es solo paisajístico. La economía local de los sesenta pueblos costeros de Andalucía y de un número inabarcable de urbanizaciones, reposa en gran medida de la actividad que genera el turismo.