Las tarifas son dispares según los municipios, aunque la mayoría de las empresas de abastecimiento, como las de Sevilla o Málaga, preparan subidas hacer frente a los aumentos de los costes.
Las fugas provocan en España la pérdida de 700 hectómetros cúbicos de agua, más que suficientes para llenar un pantano como el de El Andévalo.
La factura media que pagan los hogares andaluces por el abastecimiento de agua es de 365 euros al año. Pero hay diferencias sustanciales según las zonas y municipios. En las capitales de provincia, prácticamente ninguna baja de los 300 euros el coste anual por familia. Huelva es la capital con el agua más cara, con una factura media de 449 euros anuales.
En el otro extremo está Málaga, con 288 euros, aunque su ayuntamiento ya ha anunciado para la próxima primavera una subida del 40% que colocará la factura de la capital por encima de los 400 euros, por encima de la media andaluza. Son datos procedentes de un estudio elaborado por la organización de consumidores OCU.
En Sevilla también se acaba de anunciar una subida de la factura. Emasesa, la empresa que presta el suministro a la capital y a varios municipios más del entorno del área metropolitana todavía no ha fijado la cuantía de esa subida, aunque el alcalde de la capital ha propuesto que sea de un 30%.
También en la provincia de Sevilla, la empresa Aljarafesa, que se encarga del suministro de otros 31 municipios anuncia subidas. En todos los casos se argumenta que los precios llevan años sin actualizarse mientras que los costes del suministro han subido.
La empresa Aqualia, responsable de la gestión del agua en casi un centenar de municipios andaluces en varias provincias, entre ellos Almería, Jaén y Jerez de la Frontera, también se muestra partidaria de aplicar un incremento en las tarifas.
Por el contrario, los responsables municipales de otras capitales andaluzas como Granada o Huelva descartan por ahora que sus vecinos tengan que pagar más por abrir el grifo.
Desde los ayuntamientos y empresas de abastecimiento que defienden las subidas se argumenta que los precios llevan años sin actualizarse mientras que los costes del suministro han subido. Entre otras cosas, explican que la sequía ha empeorado la calidad de las reservas de aguas, hacen falta más recursos para prepararlas para el consumo humano y es necesario también invertir en nuevas infraestructuras hídricas.
Lo cierto es que el estado de las infraestructuras es fundamental para el ahorro de agua. En el último año, en España se calcula que se han perdido 700.000 millones de litros de agua, por fugas o tuberías en mal estado. Esto son 700 hectómetros cúbicos: agua de sobra para llenar, por ejemplo, el pantano de El Andévalo -en Huelva-, con capacidad para algo más de 630 hectómetros cúbicos.