Comienza el sondeo de las minas abandonadas de la comarca de Linares con el fin de hacerlas de nuevo viables
Las empresas INSERSA y Kerogen Energy esperan generar cerca de 200 empleos
Para el alcalde es el proyecto más ilusionantes de los que haya presentado desde que llegó al cargo. Para el delegado de Empleo, un filón que abre la posibilidad de que se vuelva a hablar, no como algo pasado, sino como una esperanza futura. Para las empresas impulsoras del proyecto Nuevo Linares, una oportunidad que nos abren los cambios tecnológicos y el periodo de transición ecológica.
Linares, Bailén, Guarromán, Baños, toda la comarca minera, vuelven a tener un pie de esperanza bajo la tierra. Hay plomo y plata por extraer después de un siglo y medio de explotación. El elevado coste que generaba su extracción y los bajos precios del mineral propiciaron el fin de la minería en la comarca. Hoy, debido a la demanda de materias primas, como el plomo su precio se ha disparado para satisfacer a la industria de las baterías, almacenamiento energético o reactores nucleares de cuarta generación.
Queda mineral en la cuenca minera de Linares, aquel que no se extrajo por su elevado coste y el que está por extraer. Desde mañana comienza la prospección. La empresa que impulsa y determina su viabilidad tiene dos años para su investigación y, en el caso de que la extracción sea factible por cantidad y precios, la comarca volverá a ser minera en un plazo no superior a los tres años.
Bajo el concepto de minería del siglo XXI, viable técnica, ambiental y económicamente, la empresa impulsora y constructora, con buena parte de la explotación minera de Andalucía, tiene permiso de la Junta de Andalucía para investigar unos 45 kilómetros cuadrados de superficie y unos 93 kilómetros de estructuras de minera.