La Fiscalía mantiene su petición de 34 años de cárcel para el acusado, aunque la víctima, ya mayor de edad, niega ahora los hechos.
El acusado dice que la niña estaba manipulada por la madre y los psicólogos afirman que sufre el síndrome de acomodación al abuso.
La Audiencia Provincial de Jaén ha juzgado este martes a un padre acusado de agredir y abusar sexualmente de su hija cuando la niña tenía 10 años. La Fiscalía pide 34 años de prisión para el acusado.
La víctima, que actualmente es mayor de edad, ha negado los hechos. Pese a ello, la Fiscalía mantiene su petición de condena basándose en el testimonio de la menor cuando ocurrieron las agresiones y abusos.
El acusado ha negado los cargos ante el tribunal que le ha juzgado en la Audiencia de Jaén. Por su parte, la víctima, que ahora tiene 18 años, se ha desdicho para decir ahora que todo fue "mentira" y que denunció "presionada" por su madre y una tercera persona.
El fiscal mantiene su petición de pena basándose para ello en el testimonio de la pericial de las psicólogas de Márgenes y Vínculos que han declarado que entra dentro de lo normal que una víctima de violencia sexual pueda llegar a desdecirse y a negar lo ocurrido. Se trata del conocido como síndrome de acomodación al abuso, que empieza por el secreto de la víctima y en el que ésta terminar retractándose de todo.
En este sentido, las psicólogas han indicado que tras las entrevistas realizadas con la menor nada más interponer la denuncia, ésta cumplía 13 de los 19 criterios marcados, por lo que el grado de credibilidad fue máximo. Asimismo, han mantenido que si la niña hubiera estado mediatizada o mintiera, lo hubieran detectado.
El acusado ha declarado que hasta que se separó, la relación con la niña fue "muy buena", pero que a raíz de solicitar el divorcio y de tener una nueva pareja fue cuando empezaron los problemas. "Soy incapaz de hacer eso. Me están acusando injustamente, quieren hundirme a toda costa", ha dicho ante el tribunal.
Ha añadido que a la niña "la manipularon" y por eso se presentó la denuncia contra él. Ha responsabilizado a su exmujer y a una excuñada de ésta de haber manipulado a la menor para que mintiera. También ha rechazado que los mensajes en redes sociales realizados desde su perfil así como las conversaciones con su hija en las que se hablaba de violación fuesen escritos por él.
Por su parte, la hija ha respaldado a su padre ante el tribunal. Ha dicho que todo fue mentira y que dijo lo que dijo "presionada" por su madre y por la excuñada de ésta. "No he recibido tocamientos, ni me han violado", ha dicho la joven ante el tribunal que ya en octubre de 2024 registró un escrito pidiendo la retirada de la denuncia.
"Llevaba años viviendo una mentira y no quería vivirla más", ha dicho la joven, al tiempo que ha mostrado su deseo de "poder dar un abrazo" al acusado, algo que no puede hacer porque hay en vigor una orden de alejamiento. Además, ha negado haber escrito o mantener conversaciones con su padre a través de redes sociales.
Fue una supuesta conversación entre padre e hija localizada en la tablet de la niña lo que llevó a la madre a denunciar los hechos. La madre, con quien ahora no tiene relación, ha llegado incluso a admitir en su declaración ante el tribunal que ella sabía que pasaban "cosas feas" entre su marido y su hija, pero que no denunció hasta que su excuñada le enseñó la conversación en la tablet.
Se imputan al padre dos dos delitos de agresión sexual y un tercero continuado de abusos sexuales. Los hechos por los que le acusa Fiscalía se remontan a marzo de 2017 cuando, tal y como señala el escrito de calificación provisional, el acusado, con la excusa de explicarle la reproducción acabó violando a su hija de 10 años. A los dos años se volvería a repetir otra violación.
Entre una y otra agresión sexual, la niña, que ya es mayor de edad, relató que su padre "aprovechaba cualquier ocasión para realizarle tocamientos" de índole sexual, con la advertencia de que "no contará nada a nadie o que le pegaría y no volvería más a ver más a su madre". A ello se le suma agresiones físicas como bofetadas si no accedía a sus deseos.
El juicio se ha celebrado en la Sección Segunda de la Audiencia de Jaén. Además de la pena de prisión, la Fiscalía solicita que se le impongan al acusado 24 años de libertad vigilada y otros 24 años de prohibición de comunicarse o acercarse a su hija.
También pide que se inhabilite durante 15 años para cualquier profesión u oficio, sea o no retribuido, que conlleve contacto regular y directo con menores de edad.
En concepto de responsabilidad civil, el Ministerio Fiscal reclama que indemnice a su hija en 30.000 euros por los daños morales sufridos.
El de este martes es el segundo intento de celebrar el juicio. El primer intento fue el pasado 18 de junio cuando acabó siendo aplazado por coincidencia para los abogados con otros juicios.