Uno de cada cuatro menores de 12 y 13 años confiesa haberlos usado al menos una vez.
Según un estudio elaborado por la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas.
Los médicos recuerdan que nuestros pulmones solo están preparados para inhalar aire puro.
La regulación de los vapeadores se ha planteado como una prioridad para el Ministerio de Sanidad. Lo ha anunciado la ministra en su cuenta de la red social X (antes Twitter) después de darse a conocer un estudio sobre consumo de alcohol, tabaco y drogas en menores de 12 y 13 años.
Sus resultados son preocupantes. Al menos un 25 por ciento de niños de esa edad asegura haber consumido alguna vez cigarrillos electrónicos.
Con apariencia de juguetes y sabores dulces. Por su aspecto inofensivo o porque están de moda, el caso es que el aumento del vapeo entre jóvenes que ni siquiera han llegado a la adolescencia es alarmante. Según este estudio, elaborado por la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, uno de cada cuatro menores de 12 y 13 años ha probado alguna vez un cigarrillo electrónico, y entre un 10 y 12 por ciento lo ha hecho en el último mes.
Son cifras muy superiores a las del tabaco convencional, que han hecho saltar las alarmas entre unos especialistas que recuerdan que nuestros pulmones solo están preparados para inhalar aire puro, como explica el doctor Manuel García Amores, neumólogo del Hospital Universitario de Jaén.
Eso sin contar con las infecciones por compartir las boquillas, y el hecho de que para un menor el vapeo o la cachimba son la puerta de entrada directa al tabaco y la nicotina.
El estudio se ha realizado entre 8.000 niños estudiantes de primero y segundo de la ESO y ha provocado el anuncio por parte del gobierno de regular esta otra forma de fumar de apariencia inofensiva.