El consumo mundial de aceite de oliva cae un 3 % y ganan terreno otras grasas
Jaén escapa a las estadísticas y en los últimos dos años no ha caído la demanda a pesar de que, a nivel global, crecen las ventas de grasas animales y de otros aceites vegetales como el de palma, colza o girasol.
La demanda de aceites y grasas alimentarias crece en todo el mundo, pero el consumo de aceite de oliva es sólo cosa de países con más nivel de renta y de conocimiento. El reto de los productores se centra ahora en transmitir sus bondades, dado que el consumo se está derivando a grasas animales, aceite de palma, girasol o colza, según datos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos.
Cada ciudadano del mundo ha dejado de consumir, de media, un 3 % de aceite de oliva. Aunque la demanda mundial de grasas alimentarias se ha incrementado un 11 %, se debe exclusivamente al propio crecimiento de la población mundial.
El analista oleícola internacional Juan Vilar explica que en el mundo se consumen otros aceites y grasas 60 veces más que el aceite de oliva.
El sector oleícola tiene por delante la tarea de conquistar a los nuevos consumidores para que aprecien las ventajas del consumo de AOVE. La ecuación sería a más conocimiento, mayor consumo de aceite de oliva.
Por supuesto, Jaén con una cultura oleícola ancestral, barre todas las estadísticas. El analista Juan Vilar explica que en esta provincia en los dos últimos años no ha caído la demanda. Sólo se ha producido un desplazamiento del consumo hacia otras categorías y formatos más pequeños.
Los productores oleícolas tienen un gran nicho de mercado entre los 263 millones de toneladas de grasa de consumo humano que cifra el Departamento de Agricultura de Estados Unidos.
