San Antonio Abad, patrón de Trigueros (Huelva), el único que atesora la peculiaridad de estar afiliado a UGT, volvió este domingo a pasearse por las calles de su pueblo en una procesión durante la que se suceden las particulares 'tiradas' en las que llueve alimentos desde balcones y azoteas.
Pasado el mediodía, el santo ha abandonado su parroquia para dar comienzo a un paseo que se prolonga por más de 30 horas y para el que no hay recorrido fijo establecido; éste lo marca el número de 'tiradas' registradas, que este año ha batido el récord de 27, lo que significa que dicho paseo será más largo.
La salida ha supuesto el colofón a una jornada que comenzaba al amanecer, a la que ha seguido, sobre las 10.00 horas la tradicional bendición de los animales, pues San Antonio es su patrón.
Tras la solemnidad del Canto de Tercia seguido de su procesión y la celebración de la misa, ha tenido lugar la tradicional "entrega" al pueblo del patrón, de manos del alcalde, Cristóbal Romero, algo que ha marcado el inicio de la procesión que llevará a San Antonio a recorrer, a hombro de los vecinos, la mayoría de los rincones del municipio, incluidas las calles del cementerio municipal, único momento en que la algarabía propia de esta celebración se torna silencio.
El ascenso de las temperaturas y la ausencia de lluvias ha motivado que Trigueros sea desde bien temprano un hervidero de personas; y es que esta fiesta y esas particulares y tradicionales 'tiradas' atraen a muchos foráneos que no quieren perderse las instantáneas que dejan las mismas e incluso participar en ellas, como es el caso de José, que se ha desplazado desde Sevilla "con la intención de llevarse alguna chacina para casa".
Tienen su origen en la propia idiosincrasia del Santo, afiliado a UGT desde hace ya 90 años, ya que si por algo se le conoció fue por ofrecer todo sus bienes a los pobres; en homenaje a esa generosidad, los vecinos más pudientes del pueblo decidieron allá por el siglo XVII, coincidiendo con su festividad, repartir alimentos, dando lugar dichas 'tiradas' para las que se acopian viandas desde Navidad.
Atrae también lo que se lanza, y es que, al margen del pan y de los tradicionales roscos de San Antonio, desde balcones y azoteas caen alimentos de calidad como quesos, chorizos o jamones, algo que motiva que no sean pocos los quieran hacerse con ellos.
Las 'tiradas' según la cantidad de gente que viva en las casas o su poder adquisitivo son más o menos numerosas, por lo que ante algunas viviendas puede estar parada la imagen más de media hora mientras se termina de lanzar a la calle todo lo que han preparado los vecinos.