Los científicos, en contra del soterramiento de las balsas de fosfoyesos

Los científicos advierten que soterrar las balsas de fosfoyesos de Huelva, tal y como está previsto, no solucionará el problema de contaminación generado por estos residuos.

El comité de expertos que evalúa las condiciones de estas balsas ha presentado al ayuntamiento su informe de conclusiones. Dice que hay que actuar de inmediato porque se está contaminado el estuario del río Tinto. 

Las balsas se extienden a lo largo de 1.200 hectáreas de marismas y acumulan, desde hace décadas, 120 millones de toneladas de fosfoyesos. Un residuo tóxico derivado de la fabricación, por parte de Fertiberia, de fertilizantes para la agricultura. Por orden de la Audiencia Nacional, en 2010 cesaron los vertidos.

Los científicos dicen que hay correlación entre las aguas contaminadas embalsadas y las del estuario del río Tinto, con salidas de borde perimetral. Y alertan de que hay que actuar de inmediato. Aseguran que el proyecto de Fertiberia de soterramiento no puede ser la solución definitiva.

Debilidades como la carencia de un análisis en profundidad de los materiales de cimentación o del modelo de funcionamiento hidrogeológico. Las balsas se sitúan a 500 metros del núcleo urbano.

Los científicos ha detectado que los vecinos que viven más cerca presentan restos de arsénico o selenio en las uñas. Los ecologistas, por su parte, también han descalificado el proyecto de Fertiberia.

Fertiberia asegura que su proyecto cuenta con el aval de 20 organismos públicos independientes. En 2020 recibió el visto bueno del Ministerio para la Transición Ecológica y del Consejo de Seguridad Nuclear, que en 2018 calificó las balsas como suelos radioactivos. Ahora solo falta la autorización de la Junta de Andalucía.