La playa granadina de Cantarriján se ha convertido en escenario de una polémica. Este trozo de costa, colindante con la provincia de Málaga, es un enclave dedicado al nudismo desde hace más de tres décadas. De forma progresiva se han ido incorporando bañistas denominados textiles (que usan bañadores) lo que ha encendido la luz de alarma entre los desnudistas que han creado una asociación para proteger sus derechos. Básicamente solicitan a la administración que se señalice ese trozo de costa como playa nudista y que se controle la llegada de embarcaciones hasta la orilla.