Ignacio Molina augura "un invierno difícil"

El Catedrático de Inmunología Bioquímica y Biología Molecular, Ignacio Molina, asegura que la situación en Granada es "de descontrol total y absoluto". Reconoce que es difícil de explicar cómo se ha llegado a esta situación aunque las especiales características de Granada, donde hay una gran movilidad, ayudan. 

Molina cree que "se culpó a los estudiantes de manera injusta. Ya llevan un mes fuera y los casos no dejan de subir". Pero sí hay una coincidencia entre la "desmesurada presencia de turismo y de gente durante el Puente del Pilar", y el aumento de los casos. 

Entiende el catedrático que el sistema sanitario ha fallado ya que no ha tenido ni suficientes rastreadores "ni una estrateiga suficientemente ágil para interrumpir la transmisión cuando aún era posible". Y "cuando las cosas se descontrolan, ya no hay manera". 

A esto se suma una mutación del virus que lo hace más eficiente en el contagio. La primera mutación, explica, se produjo a finales de febrero en un aminoácido que le dio capacidad para contagiar mejor. Esta cepa ya era prevalente a primeros de junio. A finales de este mes, una segunda mutación apareció en España y se ha ligado brote temporeros Aragón y que, en un par de meses, ha desplazado a la anterior. Ahora es predominante. "No es más agresiva, no es más virulenta, pero sí más eficaz en el contagio".

Molina asegura que esta crisis tendrá fin pero "muy a largo plazo" y augura un invierno difícil ya que, al estar más en espacios cerrados, aumentarán los contagios.