El traspaso no dejará mucho dinero en la caja porque el Granada solo tenía el 70% de su pase, ya que el resto se lo quedó su club de origen, el Elche.
El Granada tiene cerrada la venta de su delantero Lucas Boyé al Alavés. Después de todo el verano intentando colocar a su mejor activo y liberar una importante masa salarial, el culebrón está cerca de su final gracias a que su compatriota, el entrenador argentino Coudet lo quiere en sus filas.
El Alavés va a desembolsar entre seis y siete millones de euros de los que solo el 70% se quedará en el Granada y el resto irá para el Elche, al que según la prensa alicantina, el club nazarí aún le debería tres millones de euros del traspaso en 2023.
Así las cosas, lo importante para el Granada es liberar masa salarial y tratar así de inscribir a algunos de los cuatro fichajes que están en Eibar sin saber si podrán jugar al no estar aún con ficha en la Liga de Fútbol Profesional.
Los próximos en salir deberían ser Weissman e Insua, otros con fichas altas y con mercado.