El río Guadalquivir se consolida como "autopista" de la cocaína

La última memoria de la Fiscalía, cuyo contenido se ha conocido coincidiendo con la apertura del año judicial, aborda de manera detallada la situación del narcotráfico en Andalucía.

En ese informe, los fiscales antidroga advierten de un cambio de tendencia que se consolida. Y es que la presión policial en el Campo de Gibraltar, con el plan especial que se puso en marcha en 2018, ha provocado que las organizaciones criminales desplacen su actividad delictiva a otras zonas de Andalucía, usando el Guadalquivir como nueva vía de entrada de la cocaína desde Cádiz a Sevilla.

Por ejemplo, en Huelva, las aprehensiones de cocaína aumentaron el pasado año un 600 %.

En cuanto a provincia de Málaga, ésta ha convertido en la tercera provincia española con mayor número de procedimientos judiciales por tráfico de drogas, solo superada por Madrid y Barcelona.

Este último informe de la fiscalía avala la percepción de que los casi 100 km de ribera que separa la desembocadura del río Guadalquivir en Sanlúcar de Barrameda y Sevilla se ha convertido en autopista de la droga. Es la ruta favorita para los clanes. El último incidente con una narcolancha ha tenido lugar hace solo unos días en el puerto de Gelves (Sevilla).

La Guardia Civil confiscó una embarcación de seis metros de eslora tras una operación desarrollada en el río. Algo que no es un hecho aislado porque hace una semana en este mismo punto se produjo una persecución a otra 'goma' por parte de la patrullera de la Guardia Civil.

El problema va en aumento, porque los narcotraficantes ya no se limitan a introducir hachís y la ruta del Guadalquivir se utiliza cada vez más para transportar cocaína. En solo dos semanas se han intervenido hasta 10 toneladas.

Además, los narcos están cada vez más preparados y son más violentos, para evitar el robo entre organizaciones, conocidos como 'vuelcos', y no dudan en portar armas de guerra incluso a plena luz del día como ha ocurrido en la ría de Huelva.

Una situación que los propios fiscales antidroga describen como lamentable y que supone un desafío al Estado. 

La última memoria de la fiscalía tampoco pasa por alto una de las actividades vinculadas al narcotráfico que más está creciendo en los últimos años: lo que se conoce como 'petaqueo', el suministro de gasolina a narcolanchas.

Hace tres años, la Fiscalía planteó una modificación legislativa para que esta actividad fuera considerada delito en vez de falta administrativa, lo que elevaría el castigo a quienes sean detenidos transportando grandes cantidades de combustible.

Mientras se realiza ese cambio, los fiscales antidroga han encontrado una vía para atacar el 'petaqueo': que llevar esas garrafas de gasolina sea considerado tenencia de material inflamable y pueda ser castigado penalmente. Si esto se consolida -razonan en la memoria- el "impacto puede ser importantísimo" en la lucha contra el narcotráfico porque dificulta el abastecimiento de las narcolanchas con las que se transporta la droga.