Marca las horas y las medias por soleás y seguirillas desde el 19 de enero de 1961
Es el inconfundible sonido de la vida cotidiana de esta ciudad andaluza
Nunca ha parado de sonar hasta que llegó la pandemia
Ni el reloj de las Tendillas de Córdoba se ha librado de los efectos de este coronavirus. No dio las horas ni al mediodía ni en la medianoche de fin de año para evitar aglomeraciones.
Única vez en 60 años. Su inconfundible rasgueo de guitarra - guitarra del cordobés Juan Serrano- que anuncia cuartos, medias y horas, fluye del centro neurálgico de la ciudad.
Antes de la década de los sesenta el reloj tuvo otra ubicación pero comenzó a fallar y lo costoso de la reparación motivó el cambio de ubicación. Desde entonces, desde un 19 de enero de 1961 suena con precisión el carrillón flamenco.
Sonido con el que los andaluces hemos celebrado en Canal Sur muchas entradas de año. Sonido que, día a día, forma parte del alma sonora de Córdoba.