Casi dos años se han invertido en la construcción del barco cuyo nombre tendrá que ponérselo Marruecos.
Aún le falta superar las pruebas de mar.
Navantia San Fernando ha celebrado la botadura del patrullero de altura que ha construido para la Marina Real Marroquí. Antes de su entrega, tendrá que superar las pruebas de mar.
Aún sin nombre, porque tiene que dárselo la Marina marroquí, ya se ha echado al agua este patrullero de altura, de clase Avante 1800+, la construcción 565 del astillero de Navantia en San Fernando. Con 87 metros de eslora y 13 de manga, tendrá una dotación a bordo de 60 personas.
Casi dos años se han invertido desde el corte de chapa, un millón de horas de trabajo y unos 1.100 empleos, entre directos, indirectos e inducidos. Aunque todavía no abandonará el astillero: quedan trabajos de puesta a punto y las pruebas de mar antes de su entrega. La botadura se ha realizado con la ceremonia propia de estos actos.
El contrato suscrito con la Marina Real Marroquí, de 95 millones de euros, incluye además apoyo técnico y logístico y servicios de formación técnica para el personal de la Marina Real Marroquí en España.