El músico ha facturado un disco sobre melodías que recuerdan los cantes antiguos y donde se mueve, alternativamente, entre lo lírico y lo punzante.
El saxofonista Gautama del Campo, que el día 1 actúa en el Festival Flamenco de Vejer de la Frontera, profundiza en la fusión del flamenco con otras músicas en su nuevo disco, "Salvaje moderado". Parece una contradicción, pero oigan y vean.
A Gautama del Campo, un veterano curtido en el jazz y el rock con un apellido que nombra una saga familiar de artistas variopintos, le pedimos que desenfunde su Selmer ajado y venerable y tal que lo abre empieza a tocarlo, como él es, instintivo y espontáneo.
Colaborando con maestros como Riqueni o Jorge Pardo, Gautama ha facturado un disco que, sobre melodías que recuerdan los cantes antiguos, calza el nervioso sonido de su ronco saxo alto. Sí, eso que Miles Davis ya hacía en el 59, le parece bien o mal a la ortodoxia flamenca, le resulta indiferente.
Libre, pues, de ataduras, aquí tienen a Gautama, en un trabajo alternativamente lírico o punzante. O "Salvaje moderado", como le reza el oxímoron del título.
La cara de la vida ha salido hoy urbana y salvaje. De modo que nos vamos detrás de Gautama a tocar, por la cara, en la calle. El saxofonista profundiza en la fusión del flamenco.