Por primera vez expertos en zoología han podido estudiarlos en el lugar donde fueron enterrados en el siglo IV antes de Cristo
De los diez cocodrilos encontrados, algunos son esqueletos, pero otros están momificados. El descubrimiento, y el estudio in situ, pone de manifiesto que estos cocodrilos fueron sacrificados a morir de hambre e insolación.
De su estudio se ha sabido que tragaban piedras para equilibrarse y que vivieron 300 años antes de Cristo. Ha sido fundamental la colaboración de científicos de diversas disciplinas, además del equipo de la Universidad de Jaén, expertos del Instituto Belga de Ciencias Naturales de Bruselas. Sus estudios se han publicado en la revista Plos One y en el New York Time.