Aunque la ley desde 2005 prohíbe vender a niños y adolescentes tabaco o productos que lo imiten, el consumo de estos inhaladores no para de crecer entre los más jóvenes.
El uso de vapeadores se está convirtiendo en una preocupación creciente para las autoridades sanitarias y en diferentes países europeos, incluida España, se trabaja ya en frenar su consumo entre los más jóvenes.
También la normativa autonómica en Andalucía prepara cambios para incluir esta limitación a los menores en un plan de prevención de adicciones.
La inhalación de vapeadores se ha demostrado que causa daños a la salud y que, en el caso de los niños y adolescentes, se está convirtiendo en una puerta a la adicción al tabaco.
Más aún, las autoridades sanitarias están vigilantes ante una nueva moda: los vapeadores de un sólo uso, que se están poniendo muy de moda entre la población más joven. Por su formato y sabor podría parecer un producto inofensivo. Pero lejos de ser inocuos, está comprobado que, aunque no tengan nicotina, sí contienen otras sustancias cancerígenas.
Por ejemplo, en el Hospital Virgen Macarena de Sevilla, desde el servicio de Neumología constatan que cada vez son más jóvenes los pacientes atendidos.
Ya la Ley antitabaco de 2005 prohíbe la venta a menores de tabaco o cualquier otro producto que lo imite o induzca a fumar. En este sentido, el director general de Salud Pública de la Junta de Andalucía, Jorge del Diego Salas, explica que lo que pretende la administración autonómica es “profundizar” en la normativa para frenar su uso entre los menores.
Según un estudio reciente del Ministerio de Sanidad, uno de cada cuatro estudiantes de 12 y 13 años declara haber consumido alguna vez en su vida cigarrillos electrónicos (25,2%), un 21% en el último año y un 11,2% en el último mes.