Cuadras y picaderos, veterinarios, tiendas de alimentación, alquiler de caballos... Son muchas las empresas que se han visto afectadas.
Por segundo año consecutivo, la ausencia de romería del Rocío vuelve a golpear con fuerza al mundo del caballo, que habla de pérdidas millonarias. Cuadras y picaderos, veterinarios, tiendas de alimentación, alquiler de caballos... Son muchas las empresas que se han visto afectadas, y hablan de pérdidas millonarias. Hoy hemos comprobado cómo están sobrellevando esta situación.
Ángela tiene una clínica veterinaria en Almonte, y otra unidad móvil que traslada al Rocío durante el mes de mayo para atención equina. Estos dos años sin Rocío le está generando un descenso entre un 20 a 30 por ciento en volumen de trabajo, sobre todo en las urgencias que atendía en las semanas previas y posteriores a la romería.
En el caso de este agricentro, también en Almonte, donde se vende pienso y alpacas para los caballos, su dueño habla de pérdidas de varios cientos de miles de euros. El año pasado, las ventas bajaron un 45 por ciento, y este año, dice, la situación es peor, porque ni siquiera se ha podido salvar el primer trimestre de romerías.
En este centro escuestre, su dueño tiene habitualmente 30 caballos para doma, y en las semanas previas al Rocío, el número aumenta a 45. Entre Almonte y el Rocío hay unos 15 picaeros, donde los jinetes se acercan los días previos al Rocío para ponerse y poner a punto sus caballos. Una actividad que también cesó hace ahora un año.
Mantener un caballo al año cuesta unos 4.000 euros. Cada romería pasan por la aldea varios millones de equinos y jinetes. El sector se muestra esperanzado de que este sea el último año de esta pandemia, que dura ya demasiado.