Las rutas marítimas de migración dejan cada año un dramático balance de vidas perdidas en el mar.
Este 2024 alcanzamos un récord histórico de llegadas y de muertes, según el informe "Derecho a la vida" de la asociación Caminando Fronteras.
600 personas han sido rescatadas en las últimas horas en aguas del Atlántico cuando trataban de llegar a Canarias en diez embarcaciones.
Los ocupantes de siete de estos cayucos fueron rescatados entre Nochebuena y Navidad en aguas de Tenerife, Gran Canaria y El Hierro, y las tres últimas embarcaciones han sido localizadas durante la pasada madrugada.
La ruta canaria, la que cubre el trayecto entre Mauritania y las islas, es la principal vía de entrada de migrantes a nuestro país, pero también la más letal. De los casi 10.500 migrantes que han muerto este año 2024 tratando de alcanzar nuestras costas, según el informe "Derecho a la vida" de la asociación Caminando Fronteras, el 93 por ciento intentaba llegar al archipiélago canario. Son al menos 9.757 vidas que el Atlántico arrebató.
Esa cifra arroja una media escalofriante de 30 personas muertas al día en la Frontera Occidental Euroafricana. Y otro dato más, 1538 niños perdieron la vida intentado alcanzar las costas españolas.
También la ruta argelina hacia Baleares es muy peligrosa; 517 personas fallecieron en ella, 110 en el Estrecho y 72 en la ruta de Alborán. 131 embarcaciones desaparecieron sin dejar rastro.
Este año ha aumentado un 58 por ciento el número de migrantes muertos en el mar. El año pasado fueron 6.600, el triple que en 2022, como nos explica Helena Maleno, de Caminando Fronteras.
La falta de coordinación internacional también contribuye al fracaso en los rescates de miles de personas.