Si anoche salió por la puerta grande de la plaza del Puerto de Santa María, este domingo por la tarde ha tenido que ser trasladado a la enfermería en Pontevedra. Morante de la Puebla ha sufrido una grave cogida por el primer toro de su lote. El diestro se enfrentaba a un toro de Garcigrande cuando en un pase el animal le cogió por el muslo. Está hospitalizado con pronóstico grave. Tiene dos trayectorias, aunque según las primeras informaciones, no tiene ningún órgano importante afectado. El torero ha sufrido una cornada de 10 centímetros en la pierna derecha.
Morante venía de dos corridas de éxito en El Puerto de Santa María y en Marbella. Esta es su peor cogida durante este año, tras las más leves que tuvo en Roquetas de Mar, Móstoles y Marbella, en una carrera marcada por percances. El diestro sevillano ya sufrió el viernes una fuerte voltereta mientras realizada la ejecución del cuarto toro en la plaza de Marbella (Málaga) en su corrida de Candiles. Pese a ello, cuajó una gran tarde con dos orejas y un rabo.
El pasado 20 de julio, Morante tuvo una cogida en Roquetas de Mar (Almería), con una aparatosa caída, cuando lidiaba el primer toro de la tarde. Pese a la dureza del incidente, el sevillano se levantó de inmediato y retomó la muleta. En junio pasado, Morante sufrió una voltereta y un fuerte golpe en el abdomen durante la lidia de un toro en la plaza de Móstoles (Madrid). Este percance le impidió participar luego en las citas taurinas de Zamora y Soria. El percance se produjo ante un sobrero de la ganadería salmantina de El Vellosino. Durante una tanda al natural, el astado volteó al torero sevillano y una vez en el suelo, el toro le alcanzó en la zona abdominal. Pese a lo aparatoso de la cogida, Morante logró ponerse en pie y continuó con la la lidia entre visibles gestos de dolor.
Morante de la Puebla está considerado uno de los toreros más carismáticos, con un estilo muy personal, lento y pausado, y muy estético. Es Premio Nacional de Tauromaquia 2021 y fue memorable su faena en la feria de abril de 2023, en la que cortó el primer rabo del siglo XXI concedido a un torero de a pie en la Maestranza de Sevilla desde hacía cinco décadas atrás.