Una ruta que invita a sumergirse en el maravilloso mundo de la gastronomía andaluza, a conocer lugares que destacan por su vanguardia o su tradición, a profesionales que no temen a la innovación ni a las costumbres más arraigadas y que tienen como bandera la defensa del producto andaluz.
En Sevilla encontraremos un pan de altísima calidad: "Pablo Conesa Alternative Bakery". La calidad y excelencia de sus panes le han valido a Pablo el reconocimiento como uno de los mejores panaderos artesanos de España y lo han situado como representante de nuestro país en el exterior. Y son muchos los restaurantes de prestigio que condimentan su carta con la extensa variedad de estos panes. El reparto de Pablo Conesa nos lleva hasta una original pastelería entre Viapol y El Porvenir. Sus fundadores, Jorge y Sara, dieron rienda suelta a sus ganas de emprender en plena crisis. Confiaron en su producto estrella, la tarta de zanahoria, y ésta no les defraudó. "Suitcake" seduce a todos los paladares. En este local de inspiración parisina se suman tradición, creatividad y gusto por lo natural. Su especialidad son las tartas de autor para llevar, aunque hay otras muchas opciones como los vasitos dulces, hojaldres, milhojas y repostería variada.
Para el aperitivo visitaremos dos opciones, la tradicional y la moderna. "El Rinconcillo" es una institución, con más de 300 años de historia. Tiene un gran atractivo para los turistas, pero no son ellos sus únicos clientes. Los sevillanos y sevillanas siguen siendo los más habituales. Su cocina guarda un gran respeto al recetario tradicional, siendo bien conocidas sus pavías de bacalao. Además, los clientes pueden optar por los platos que se sirven en el comedor. "La Pepona" es un lugar agradable y luminoso donde podemos disfrutar de una amplia carta de vinos, con opción de copas o medias copas. También podemos optar por barra o mesas a la hora de tomar sus tapas o raciones. Aquí la cocina tiene un lema, sorprender. Y lo hace a través de los mejores productos, sin renunciar a una elaboración propia de la alta cocina.
Vamos al Guadalquivir, y más concretamente al Centro Especializado de Alto Rendimiento "La Cartuja", para buscar a un chef que comparte su pasión por la cocina con su gran afición por el deporte. Julio Fernández es el propietario y chef del restaurante "Abantal" con una estrella Michelín, pero eso no le ha hecho abandonar su pasión por el piragüismo que sigue practicando al menos una vez a la semana en este río tan idóneo para este deporte. Julio propone una cocina de tinte innovador, llena de personalidad y fiel a los sabores del sur. La base son los productos de calidad, a poder ser, los más cercanos, con elaboraciones propias o fórmulas tradicionales renovadas.
También el Guadalquivir nos invita a conocer a Nina y Tatiana, madre e hija, que llevan 6 años al frente de un peculiar proyecto en la Finca el Garrotal, en La Puebla del Río. Estas dos mujeres trabajan en cultivos un tanto diferentes. Verduras poco habituales y flores comestibles. Estas flores comestibles son muy apreciadas en los mejores restaurantes. Muchas estrellas Michelín hacen uso de ellas para dar un toque especial a sus platos. Algo que también ocurre con sus verduras.
Finalmente visitamos el casco histórico de Utrera para conocer la cocina de dos chefs enamorados de su ciudad. La calleja Niño Perdido nos descubre "Besana Tapas", Restaurante Revelación Madrid Fusión en 2011. En este restaurante de paredes encaladas, acorde al callejón que nos ha traído hasta él, se sirven las materias primas más conocidas y apreciadas de la campiña sevillana. Productos tradicionales que son tratados con un soplo de aire fresco a la hora de elaborar los platos. La creatividad de estos cocineros es tan extensa como su interminable lista de tapas. Una imaginación que se alimenta de la tradición y que mira sin recelos a la innovación.