El cierre del camping deja sin dónde vivir a numerosas personas con escasos recursos.
Los amenazados de desalojo han pagado puntualmente sus cuotas de luz y de estancia.
La empresa que gestiona el camping del Torcal alega una deuda inasumible para proceder al cierre de las instalaciones, y los residentes la acusan de una mala gestión que no es culpa de ellos. En cualquier caso, ya hay muchas familias que se temen lo peor, porque su capacidad económica es muy escasa y precisamente por ese motivo vivían en un camping. El asunto lleva camino de convertirse en una nueva emergencia social y poner a 40 familias en riesgo de exclusión.
Angustiados por tener que abandonar las que han sido sus viviendas durante muchos años, han hablado con Andalucía Directo, que nos cuenta también que el Ayuntamiento de Antequera ni siquiera tiene constancia del cierre del camping, que está sobre suelo municipal cedido mediante una concesión a 20 años próxima a expirar.