Los regalos a presos en estas fechas, en "Solidarios"
"El silencio de lo viejo", basado en mujeres mayores de 65 años que comparten la experiencia en las distintas etapas de la vida; y el perfil de Alfonso Romera, completan el programa de este domingo.
REGALAR HUMANIDAD
En Solidarios, conocemos de cerca la iniciativa de Paco Muñoz y de la diocésis a la que pertenece: Asidonia-Jerez que desde hace seis años preparan regalos para los presos de alguna de las tres prisiones las que atienden. Así llegan a entregar entre 2000 y 2500 regalos porque su objetivo es que ningún interno de quede sin regalo. Junto al regalo, un poco de conversación y comprensión lo que ayuda a humanizar las cárceles. El proyecto lo hacen posible los alrededor de 55 voluntarios que entrar en la prisión, otra decena trabaja en la calle. Calcetines, gororros, guantes, pasatempo,sudaderas, caramelos son algunos de los regalos que reciben cada año por estas fiestas. La campaña sirve, también, para concienciar a todos, especialmente los niños, de la existencia de las cárceles y de la necesidad de la solidaridad. Junto a estas actividades, la pastoral Penitenciaria tienen un taller de radio que les permite integrar y humanizar a los presos. Llevan 10 años trabajando con los internos de Puerto 3 y han obtenido un total de 5 premios por la iniciativa.
EL SILENCIO DE LO VIEJO
El silencio de lo viejo es una experiencia donde confluyen artes escénicas, creación audiovisual, fotografía y, sobre todo, la vida. Mujeres mayores de 65 años comparten la experiencia en las distintas etapas de la vida, personas que han debido luchar de forma continua por los derechos de las mujeres. El pánico del paso del tiempo, el ocio en la vejez, la monotonía de la vida cuando se es mayor, o el deterioro físico son algunas de las cuestiones que se abordan en este reportaje. Este proyecto ha sido financiado por la Unión Europea y aborda, igualmente, el edadismo, la discriminación por razones de edad y que es la tercera causa de discriminación después del racismo y el machismo. Las personas que componen este proyecto ponen de manifiesto la invisibilidad social que llega cuando cumples una edad además del paternalismo patente "Ni todos son abuelos, ni son nuestros abuelos" dice María Castañeda que reivindica la palabra vejez y la palabra vieja como una militancia, como un orgullo, Ser viejo significa que he llegado a este punto de la vida y que puedo aportar mucho porque la sociedad tiene que escuchar la experiencia de viejos y viejas
ALFONSO ROMERA, LA CARPA
Es oftalmólogo y ha ejercido toda la vida su profesión en distintas ciudades españolas que ha compatibilizado con su labor solidaria. La inició en los años 70 en la asociación Jesús Abandonado atendiendo a personas que, por diversas circunstancias, han sido golpeadas por la vida y van perdiendo la capacidad de integrarse en la sociedad. Quedan al margen, se quedan en la calle, y a partir de ahí lo normal es que esta situación vaya empeorando hasta que llega un momento en que no puede vivirse con la mínima dignidad. La Carpa es una asociación que se constituyó en 2015, que trabaja por los derechos de las personas sin hogar, sin techo. Tienen propuestas para las que duermen en la calle, con la creación de espacios en los que las personas puedan recuperar las inercias pedidas. No reciben subvenciones ni de las administraciones ni de entidades públicas o privadas y su lema es la ayuda y el apoyo mutuo.
