Fue en 1953 cuando Watson publicó junto a Crick un artículo académico en el que exponía la estructura de la doble hélice de la molécula de ADN, lo que les llevaría a ambos a recibir el Premio Nobel de Fisiología o Medicina en 1962, junto con Maurice Wilkins; y que sentaría las bases para la ingeniería genética, la terapia génica y otras tecnologías y medicinas basadas en el ADN.