El papa Francisco quiso ser enterrado como vivió: con toda la sencillez posible.
Lo vemos en su ataúd, en sus zapatos, en los elementos que le acompañan y hasta en la ceremonia.
En los últimos 20 años el mundo ha despedido a 3 papas. Tres entierros históricos aunque el de Francisco será algo distinto a los de sus predecesores.
Ya hemos contado estos días, por ejemplo, que a diferencia de Juan Pablo II y Benedicto XVI, que usaron tres ataúdes, Francisco será enterrado en solo uno. Pero hay más diferencias. Nos hemos fijado en el entierro de Juan Pablo II, el último papa reinante antes de Francisco. El pontífice polaco fue expuesto en un catafalco sin ataúd. Francisco, en cambio, está dentro de su ataúd, en una tarima.
Más cosas, Juan Pablo II fue enterrado con su báculo, mientras que Francisco pidió tener solo un rosario entre sus manos. Y nos fijamos en último detalle: los zapatos. Juan Pablo II fue amortajado con zapatos rojos, que simboliza la sangre de los mártires cristianos. Francisco, en cambio, lleva sus zapatos negros, el símbolo de humildad que pidió llevar a su tumba y que rompe con siglos de tradición vaticana.
Juan Pablo II tuvo una despedida multitudinaria. 3 millones de personas visitaron Roma entre el 2 y el 8 de abril de 2005. Sólo en su funeral, 500.000 personas estuvieron en la Plaza de San Pedro, con otras 600.000 en pantallas alrededor. Participaron 169 delegaciones extranjeras, 59 jefes de Estado y 10 monarcas. Se transmitió por 137 televisiones de 81 países.
Francisco pidió que su misa sea breve, sin cuerpo expuesto. Tampoco habrá repique de campanas ni cortejos solemnes. Sólo una ceremonia litúrgica con la asistencia esperada de líderes y fieles, pero sin adornos ni rituales de poder. Pidió expresamente evitar filas, exhibiciones públicas y cámaras. Aunque esto sea muy complicado, se tratará de respetar al máximo su voluntad. Quería un funeral sobrio e íntimo.
Con todo, estarán líderes mundiales, algunos aparcarán sus diferencias para despedir al papa. Zelensky, Ursula Von der Leyen o Donald Trump ya han confirmado su asistencia. La delegación española estará representada por los reyes. El protocolo del Vaticano dicta atuendo oscuro, con calzado sobrio y sin joyas. La reina Letizia podría ir de blanco, por ser reina católica, pero no lo hará por respeto