Rescates desesperados, el tiempo se acaba
Los equipos de emergencia trabajan sin tregua para conseguir sacar de los escombros a los supervivientes. Alegría desbordada cuando se consigue, como el caso de una familia Siria que ha podido ser recatada al completo con vida.
Alegría desbordada cuando los equipos de rescate obtienen resultados. Ha ocurrido con una familia de Siria que ha sobrevivido al completo al devastador terremoto que deja ya más de once mil víctimas mortales. Los cascos blancos sirios consiguen rescatar primero al padre y luego a sus dos hijos, un niño y una niña, que estaban sepultados entre las ruinas de la que fue su casa, en Idlib, en Siria. Más de 40 horas han pasado atrapados hasta que se han podido reunir con su madre en la ambulancia que los ha llevado al hospital.
Estamos asistiendo a rescates desesperados, el tiempo se acaba, y los rescatadores trabajan sin descanso. Una persona puede aguantar hasta doce días sin comer pero solo entre tres y cinco sin beber. También sabemos que los niños tienen más posibilidades de sobrevivir en estas primeras horas porque su menor tamaño juega a su favor.
Es lo que le ha pasado a este bebé de solo dos meses, o el caso de Arif Kaan, de 3 años, que ha estado 43 horas bajo los escombros y cuyo nombre se ha convertido ya en uno de esos nombres para la esperanza en la zona devastada por el terremoto.
Es precisamente la esperanza la que todavía mueve a Yussef, un hombre que no se mueve del lugar donde antes se levantaba su hogar, porque allí debajo, no sabe en qué condiciones, siguen sus padres, sus hermanos y su sobrino. Toda su familia. Escucha sus voces, habla con ellos, pero a Alepo, dice no llegan suficientes equipos para atender a todas las víctimas.
