declaración en bruselas
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Puigdemont exige una ley de amnistía antes de empezar a negociar la investidura

Ha explicado sus demandas en una declaración ante los medios de comunicación en Bruselas, donde se encuentra fugado de la justicia. Son cuatro condiciones orientadas a justificar la "legitimidad democrática del independentismo". Pide un mediador para negociar. Deja para una segunda fase el referéndum de autodeterminación. 

CANAL SUR MEDIA 5 septiembre 2023

El expresidente catalán, Carles Puigdemont, ha expuesto este martes sus condiciones para negociar la posible investidura de Pedro Sánchez. En una declaración ante los medios de comunicación en Bruselas donde se encuentra fugado de la justicia, dijo este martes que para empezar las negociaciones de investidura del próximo Gobierno de España exige una ley de amnistía, el reconocimiento y respeto a la "legitimidad democrática" del independentismo y la creación de un mecanismo de verificación de los acuerdos son las condiciones previas para que su formación. Puigdemont señaló que se trata de condiciones "previas", que hoy en día "no se existen" y que, según él, "no son contrarias a la Constitución", aunque muchos expertos defienden lo contrario.

“España tiene un dilema de resolución compleja: o repite elecciones, o pacta con un partido que mantiene la legitimidad del 1 de octubre (el referéndum ilegal de independencia de 2017) y que no ha renunciado ni renunciará a la unilateralidad como recurso legítimo para hacer valer sus derechos”, ha afirmado el expresident, prófugo de la justicia desde hace casi seis años.

El calificativo "histórico" ha sido sido el más utilizado por Carles Puigdemont durante su esperada comparecencia. En ella, el eurodiputado fugado de la Justicia ha puesto las condiciones no para dar el sí, como ha querido dejar claro, sino para empezar a negociar la investidura. Como punto de arranque, una ley de amnistía de discutido encaje constitucional. El expresident ha exigido identificar “los elementos del conflicto catalán”. El primero, la sentencia del Tribunal Constitucional de 2010 “contra el Estatut”, ha dicho. Un acuerdo que supone el abandono de la vía judicial contra el independentismo, como reconocimiento de su legitimidad democrática.

Su intención es que se cubra todo lo ocurrido a nivel político desde 2014 en Cataluña. Sin embargo, el prófugo de la Justicia ha dejado el referéndum para una segunda fase. Además, ha pedido que haya un mediador. En esa misma línea se ha mostrado Esquerra, el otro partido independentista que forma parte de la ecuación para la investidura de Sánchez. "Por tanto, España se ve confrontada ahora mismo a uno de sus dilemas que no siempre ha resuelto bien: o vive en el bloqueo que podría cronificar la confrontación entre los dos bloques ideológicos que han polarizado las últimas elecciones o pacta", aseguró. Puigdemont pidió un "acuerdo histórico" antes de negociar la investidura, que incluya tres grandes condiciones.

La primera, dijo, es el reconocer y respetar la "legitimidad democrática del independentismo". "No existe una receta autonómica para resolver los problemas de Cataluña. Lo determinante es el reconocimiento nacional de Cataluña y por tanto, su derecho a la autodeterminación", afirmó Puigdemont, que no renunció a la unilateralidad "como recurso legítimo para hacer valer los intereses del pueblo catalán".

El también eurodiputado de JxCAT exigió dejar de "criminalizar" el "hecho histórico del 1-0", reivindicó la declaración de independencia, la consulta del 9 de noviembre de 2014 y criticó la sentencia del Tribunal Constitucional en 2010 contra el Estatuto catalán y la del Tribunal Supremo que condenó a los líderes independentistas en 2019 por el referéndum de 2017.
En este sentido, Puigdemont dijo que la segunda condición es una ley de amnistía "que incluya el amplio espectro de la represión iniciada desde antes de la consulta del 9-N de 2014". Afirmó que ello es responsabilidad del Gobierno en funciones, a través de la Fiscalía General del Estado y de la Abogacía del Estado. "Se tiene que hacer para reparar una injusticia, no para olvidar ni para poner un punto final ni por supuesto, para igualar a las víctimas de estas injusticias a sus victimarios", precisó.

Por último, Puigdemont pidió la creación de un mecanismo de verificación del seguimiento y cumplimiento de los acuerdos, porque "la total falta de confianza entre las partes hace que este mecanismo sea imprescindibles y que deba operar desde el inicio de las negociaciones". "Nuestra experiencia nos impide tener ninguna confianza en la palabra que nos den y sería una irresponsabilidad emprender una negociación de futuro que no cuente con este mecanismo", apuntó el expresidente.

Puigdemont aseguró que no le inspira "el ánimo de revancha personal o partidista", porque de haber sido así, aseguró, no hubieran apoyado el acuerdo para la formación de la mesa del Congreso, que dio la presidencia del órgano a Francina Armengol. "Ahora mismo nada hacer pensar que la necesidad de apoyo parlamentario sea suficiente como para empujarles (a PP y PSOE) a un acuerdo histórico en el que las viejas naciones sean reconocidas y dispongan de todos los derechos inherentes a su condición", dijo Puigdemont. "No parece que lo tengan que hacer ahora simplemente porque necesiten el voto de siete diputados. ¿O si? O realmente pueden hacer de la necesidad virtud?", se preguntó.

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