Ningún país del mundo está ya libre de la COVID-19

No hay ningún país en el mundo libre de coronavirus, todos tienen algún caso. La cifra total de contagiados se acerca a los 3 millones, mientras el número de fallecidos ya supera los 200.000. Una de las dramáticas consecuencias de esta pandemia es el hambre.

Lo que ven no es una camiseta tendida al sol, es un mensaje. Estamos en el barrio La Comuna de Quito, en Ecuador y los vecinos han colgado banderas blancas. Es la señal para que el Ayuntamiento les traiga comida.

Solidaridad también en Perú, donde en los barrios más pobres los amigos que tienen dinero ponen un fondo para hacer la comida a los que no tienen nada.

Hay otros que no tienen pan pero tampoco casa. Este grupo de 300 inmigrantes venezolanos salieron de su país para buscar una vida mejor en Colombia o Ecuador. Ahora, el cierre de fronteras los ha dejado en tierra de nadie.

El hambre no es exclusivo de los países pobres. Estos coches que ven hacen cola para recoger bolsas de comida en un banco de alimentos de California, Estados Unidos. 

Muy cerca de allí, el contraste. Fíjense cómo están las playas de este estado norteamericano, abiertas solo para pasear. Una ola de calor ha empujado a miles de personas a abandonar sus casas para darse un baño.

No son lo únicos que se han saltado la orden de confinamiento. También lo han hecho en Australia, donde las playas se supone que están cerradas.