El periodista, que ha sido la cara de los debates electorales, ha intervenido en Andalucía ahora para hablar sobre la necesidad de mantener estos cara a cara previos a las elecciones generales.
En Camporrells, un pequeño pueblo aragonés, nació en 1951 un niño que crecería entre montañas y silencios. En aquel entorno, se forjó la mirada de quien, décadas más tarde, se convertiría en unas de las voces más reconocidas del periodismo español. Hablamos de Manuel Campo Vidal. Ha estado en Andalucía ahora para hablar de los debates electorales, por lo que principalmente se ha hecho especialmente popular como moderador.
"Sería una lástima que por la polarización no hubiera debates porque es un derecho de la ciudadanía. Es importante que el cara a cara se mantenga y ahora hay dos con posibilidades de gobernar, Pedro Sánchez y Núñez Feijóo y ese debate no nos lo pueden hurtar", ha contado en Andalucía ahora.
Campo Vidal ha reconocido que "moderar un debate es complicado y es cuestión de credibilidad y confianza porque hay que mantener la neutralidad" porque hay muchos factores externos alrededor de los candidatos con las peticiones y presiones más peregrinas.
Ha recordado que "en el primer debate, en el de Felipe y Aznar, el PP pidió que fuera sentados porque alguien les había comentado que ganaba el más alto y también hubo una ocasión en que la parte de un candidato para que no sudara pidió el estudio a 21 grados y vinieron con un termómetro". Anécdotas de todo tipo que le dan color a una pugna muchas veces decisiva a la hora de votar.