Un informe de la Fundación ANAR concluye que en los últimos años se han disparado un 87% la violencia de género ejercida sobre las menores.
Casi el 40% de las chicas que la padecen no son conscientes de estar siendo víctimas de violencia machista.
El estudio alerta de la tendencia a normalizar las conductas violentas, puesto que un 70% de las veces no hay denuncia.
La Fundación ANAR (Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo) ha constatado un incremento de la violencia que sufren niñas y adolescentes, que ha aumentado un 39,7% en 4 años, con especial incidencia de la violencia machista (un 87% más) y una tendencia a la normalización de determinadas conductas violentas, ya que el 70% no denuncia.
Son algunos de los principales datos que recoge el Estudio “Evolución de la violencia contra las mujeres en la infancia y adolescencia en España (2018-2022) a partir del análisis de las llamadas y testimonios que llegan a esta organización a través de distintas líneas de ayuda. En este periodo de tiempo, ANAR ha atendido a 20.515 niñas, niños y adolescentes víctimas de violencia contra las mujeres y ha dado respuesta a 382.219 peticiones de ayuda.
Entre las principales conclusiones, ANAR ha destacado el aumento del 39,7% de menores de edad atendidas por violencia contra las mujeres en sus cuatro variantes: violencia de género, doméstica, sexual y otro tipo de violencia física o psicológica. Las consultas por violencia de género aumentan un 87%
Las llamadas por violencia de género representan el 53,8% del total. Son el tipo de violencia que más crece entre 2018 y 2022 (un 87,2% en el caso de adolescentes y un 87,7 % en el de violencia de género en el entorno).
Y preocupa que el 47,1% de las chicas no son conscientes de estar siendo víctimas de violencia de género, cifra que se incrementa al 63,7% en el último año recogido en el estudio, mientras que el 70,3% de las víctimas no denuncia ni tiene intención de hacerlo. En el periodo de estudio, ANAR ha recibido 16.846 consultas y ha atendido a 11.031 niños, niñas y adolescentes por violencia de género, la mayoría de ellas (el 86,7%) sufrida en su entorno y el 13,3% restante ejercida por otro adolescente.
La edad media de los menores que sufren violencia machista en su entorno es de 10 años. El 56,6% son mujeres y el 43,4 % varones, el rendimiento escolar es bajo, viven mayoritariamente en familias monoparentales (68,2%), normalmente con la madre y en más de la mitad de los casos, la familia es migrante.
En el caso de la violencia machista entre adolescentes, ANAR ha atendido a 1.468 niñas y adolescentes, con un crecimiento del 87,2% desde 2018, y la edad media de las víctimas es de 16 años. El perfil de estas chicas es de una estudiante de secundaria o bachillerato, en la mitad de los casos con un rendimiento escolar bajo, de nacionalidad española en casi 7 de cada 10 casos y que vive mayoritariamente en familia.
ANAR ha constatado un aumento significativo de la implicación de las nuevas tecnologías en este tipo de violencia, especialmente en la ejercida entre iguales y a partir de la pandemia, cuando se ha incrementado un 82%.
Además, denuncia que la mayoría de los niños, niñas y adolescentes no reciben tratamiento psicológico: el 71,2% en el caso de las víctimas de violencia en su entorno y el 69,1% de las víctimas de violencia adolescente.
La violencia sexual aumenta un 39,4%
ANAR ha mostrado su preocupación por el aumento de la violencia sexual, que ha crecido un 39,4 % en estos cuatro años, en los que ha atendido a 2.400 niñas y adolescentes afectadas por violencia sexual, tecnológica, pornografía, prostitución y aborto forzoso.
Del total de llamadas atendidas por cualquier causa de violencia, el 70,1% de los problemas fueron considerados de gravedad alta y un 52,8% de urgencia alta. A raíz de esto, desde ANAR se realizaron 108.562 derivaciones a recursos sociales de infancia y adolescencia.
En cuanto al perfil del agresor, en violencia machista el novio actual es el agresor más identificado. Normalmente, la edad de los agresores coincide con la de las víctimas, pero 3 de cada 10 son mayores de edad.
Cuando hablamos de violencia machista en el entorno, en el 90 % de los casos el agresor es el padre, que usa al menor como instrumento para ejercer la violencia.