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La moción de censura adelanta el debate de las generales

Pedro Sánchez y Yolanda Días han escenificado su unidad entorno a la gestión del Gobierno y han señalado los riesgos de una coalición PP-Vox.

El candidato, Ramón Tamames, que no ha respondido a los grupos, pide un "cambio radical" en las políticas del Gobierno.

Sánchez no acude a la sesión de tarde.

CANAL SUR MEDIA 21 marzo 2023

La primera jornada del debate de la moción de la censura de Vox liderada por el economista Ramón Tamames ha finalizado este martes cerca de las 20.15 horas, tras más de diez horas de discursos y a falta de la respuesta del candidato a las intervenciones de los portavoces de los grupos parlamentarios.

La sesión arrancó a las nueve de la mañana con la intervención del líder de Vox, Santiago Abascal, quien empleó 45 minutos en presentar al candidato. Después siguió una hora y media de duelo entre Abascal y el presidente el Gobierno, Pedro Sánchez.

Cuando Tamames subió a la tribuna ya habían transcurrido 2 horas y 40 minutos desde el inicio del debate, incluida la pausa de poco más de diez minutos que ordenó la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, tras el rifirrafe entre Abascal y Sánchez.

Tamames dedicó unos 50 minutos a su primera intervención, que fue replicada, en primer lugar por Pedro Sánchez durante hora y media. Cuando el presidente llevaba apenas 30 minutos, Tamames le interrumpió quejándose desde el escaño de que hubiera acudido con un "tocho de 20 folios" escritos de antemano para responder a cosas que él no había dicho.

Después, el veterano economista sólo utilizó 13 minutos para contestarle y, entre otras cosas, reclamar que se reforme el Reglamento del Congreso para que nadie, ni siquiera el Gobierno, pueda eternizarse en sus discursos.

La siguiente en tomar la palabra fue la vicepresidenta segunda y mujer fuerte de Unidas Podemos en el Ejecutivo, Yolanda Díaz, quien habló durante poco más de una hora y a la que Tamames despachó en tan sólo minuto y medio.

SÁNCHEZ REIVINDICA SU COALICIÓN FRENTE AL RIESGO DE PP-VOX

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha aprovechado el debate de la moción de censura presentada por Vox para ensalzar los logros de la coalición que lidera junto a Unidas Podemos y contrastarlos con los riesgos que supondría para España una alianza entre el PP y el partido de Santiago Abascal.

Según venía asegurando Moncloa, se trataba de confrontar en esta sesión dos modelos distintos, y Sánchez ha permitido que también subiera a la tribuna Yolanda Díaz para aportar su visión y simbolizar, pese a las diferencias y a quince días de presentar su candidatura a las generales con el proyecto Sumar, el objetivo común de los dos socios.

No llegó a trasladar esa petición Tamames en su discurso inicial, pero el objetivo sobrevoló todas las intervenciones empezando por Abascal, quien en la apertura del debate enumeró una serie de razones para desalojar a Sánchez del Palacio de la Moncloa.

A su juicio, el jefe del Gobierno es un político "caducado" y con un proyecto "en descomposición", que ha "pisoteado derechos y libertades" y está propiciando una legislatura "del circo, del disparate, del esperpento" que, en su opinión, ha generado "división, odio y ruina".

Pero el destinatario de sus mensaje no ha sido sólo el Gobierno, sino también el PP, al que ha acusado de intentar pactar con los socialistas pero le ha ofrecido "borrón y cuenta nueva", votar juntos la moción para recuperar su credibilidad y entenderse en el futuro.

"Votemos juntos hoy, entendámonos mañana para ofrecer a los españoles una alternativa sólida, de sensatez legislativa, de crecimiento económico, de fortaleza institucional y de soberanía", ha añadido.

Esa alianza PP-Vox ha sido un hilo argumental de Sánchez, quien ha advertido al partido de Alberto Núñez Feijóo (que no ha asistido al debate) que, con su "indecente" abstención en la moción, hace un "inmenso daño" a la democracia y que Vox le cobrará ese "pago en diferido" para "saldar las deudas".

Sánchez ha sido respetuoso con Tamames pese a reproches que le ha lanzado como el de "blanquear" a Vox prestándose a encabezar la moción, y mucho más duro con Abascal y con una iniciativa que ha tildado de "estrambótica", "delirio" y "de tierra quemada"

El presidente del Gobierno ha calificado a Vox de "el glutamato de la derecha, un simple potenciador del sabor extremo y radical" que sólo aporta odio, agitación en las calles, insultos en el Parlamento y mociones de censura estériles, y ha acusado a Abascal de esconderse tras Tamames, al que ha calificado de "candidato de circunstancias".

También le ha culpado de sembrar odio contra las mujeres y le ha asegurado que, pese a su esfuerzo en presentar sucesivas mociones de censura, "ni el dictador (Francisco Franco) va a regresar a su mausoleo, ni la sociedad española va a renunciar a todo lo logrado estos tres años".

En todo lo hecho en esta legislatura por el Gobierno se ha detenido Sánchez en su respuesta a Tamames, al que ha trasladado que encabezar esta moción "no ha sido la mejor idea que ha tenido en su vida" porque tomaba la palabra en nombre de "los sucesores de Blas Piñar", una persona que ha dicho que el candidato conocía bien de la etapa de la Transición.

Ha reivindicado su plan de futuro para España frente a la vuelta al pasado a la que asegura que aspiran el PP y Vox y ha contrastado su gestión con lo que habría supuesto para España, en medio de la pandemia de coronavirus y la guerra en Ucrania, un Gobierno de Vox.

En esa defensa de su gestión, ha elogiado a todos sus ministros, unas alabanzas que después ha retomado Yolanda Díaz desde la tribuna cuando, en su respuesta a Tamames, ha agradecido a Sánchez todo "lo que está haciendo" y ha citado también la labor de otros de sus compañeros, entre ellos las ministras Irene Montero e Ione Belarra.

El candidato a presidente, que ha recordado su lucha por la libertad desde la cárcel, ha justificado la moción en la reforma del Código Penal propiciada por Sánchez.

Lo ha hecho en un discurso basado en los ejes del que se filtró la pasada semana aunque abreviándolo e introduciendo varias novedades y que ha pronunciado desde el escaño en el que habitualmente se sienta Abascal.

Ha cargado contra el Gobierno "Frankenstein", ha acusado al presidente de actuar como un rey que puede gobernar sin límites, le ha llegado a reprochar incluso, mientras intervenía Sánchez, el "tocho" de discurso que estaba pronunciando, y ha defendido a Vox porque ha dicho que no ve a este partido haciendo nada contra la Constitución.

Esa defensa ha sido uno de los argumentos de Yolanda Díaz, quien ha criticado a Tamames por su viaje ideológico desde el PCE hasta el partido de Abascal.

Díaz, que ha enumerado logros sociales y económicos del Gobierno, ha puesto en valor la lucha "invisible" de las mujeres para recuperar la libertad y ha acusado a Tamames de carecer de programa y de tener como único objetivo "derrocar al adversario".

Algo más de una hora ha durado la intervención de la vicepresidenta, lo que ha motivado que Tamames le reprobara que más que un discurso de moción haya sido el de presentación de su proyecto Sumar.

El debate de la moción ha proseguido con las intervenciones de los portavoces de los grupos, de menor a mayor representación parlamentaria, con la ausencia de Sánchez y sin que Tamames haya tomado ya la palabra para responder a cada uno de ellos.

HABLÓ MAS TIEMPO EL GOBIERNO QUE EL CANDIDATO 

Tras esta primera parte, la sesión se suspendió durante unos 40 minutos y se reanudó con la intervención de los representantes de los partidos que integran el Grupo Mixto (salvo los exdiputados de Ciudadanos Pablo Cambronero, y de Unidas Podemos Meri Pita): Teruel Existe, Foro Asturias, el Partido Regionalista de Cantabria, Navarra Suma, Coalición Canaria y la CUP.

Ya por la tarde, ni el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ni el líder de Vox, Santiago Abascal, han asistido al debate.

Como Tamames renunció a responder individualmente a los grupos, con lo que después del Mixto subieron a la tribuna sucesivamente Mertxe Aizpurua (EH Bildu), Aitor Esteban (PNV) e Inés Arrimadas (Ciudadanos). Sólo la portavoz del partido naranja consumió casi los 30 minutos de los que disponía cada portavoz.

A continuación llegó el turno de los miembros del Grupo Plural: Néstor Rego (BNG), Joan Baldoví (Compromís), Iñigo Errejón (Más País), Ferran Bel (PDeCAT) --el que menos tiempo dedicó a su réplica-- y Míriam Nogueras (Junts).

Y después intervinieron Gabriel Rufián, de Esquerra (ERC), que pese a su intento de 'plante' a Vox acabó agotando su turno; los tres representantes de Unidas Podemos Lucía Muñoz (Podemos), Aina Vidal (En Comú) y Jose Luis Bueno (IU); y finalmente el portavoz de Vox, Iván Espinosa de los Monteros.

Para este miércoles quedan pendientes los discursos del PP y del PSOE, con sus portavoces respectivos Cuca Gamarra y Patxi López, y tras ellos la esperada respuesta del candidato, que no tiene tiempo limitado.

HABRÁ SEGUNDO TURNO DE TODOS LOS GRUPOS

Pero Tamames no cerrará ahí el debate, sino que los portavoces de los distintos grupos tendrán un segundo turno de diez minutos cada uno. E incluso podría volver a intervenir el Gobierno, así como replicar el candidato.

Tras los debates se procederá a la votación, que será pública y por llamamiento, con cada diputado anunciando a viva voz su voto, en pie desde el escaño. Para que la moción prospere se necesita mayoría absoluta, 176 votos, un umbral imposible para Vox dadas las posiciones fijadas por los grupos parlamentarios.

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