La sentencia, pionera en España, reconoce el “derecho fundamental” de una embarazada a elegir entre parto natural o cesárea.
Durante el parto uno de los gemelos sufrió lesiones cerebrales irreversibles.
Han sido varios años esperando una respuesta, y ahora la justicia ha dado la razón a una madre a la que no se dio la opción de realizarle una cesárea en un parto gemelar. Después de 17 horas, uno de los bebés nació con daño cerebral.
Un juez de Las Palmas de Gran Canaria ha dictado una sentencia pionera en España que reconoce el “derecho fundamental” de una embarazada a elegir entre parto natural o cesárea y condena a la sanidad canaria a indemnizar a una madre con un millón de euros por prolongar un parto gemelar durante 17 horas, al considerarlo un acto de “violencia obstétrica”.
En una sentencia, el Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 5 de la ciudad falla que, al imponer el parto natural a la madre, los médicos del Hospital Materno Infantil de Las Palmas de Gran Canaria no respetaron el “derecho fundamental” de la madre a decidir si quería que sus gemelos nacieran por vía vaginal o por cesárea, provocando lesiones cerebrales irreversibles a uno de los pequeños.
El juez considera que se impuso el criterio médico y que no se informó a la mujer de las circunstancias complicadas. Y llega a reconocer en su escrito que ninguna cantidad podrá resarcir jamás el daño causado.
Se ampara en la imposición de los facultativos de alargar un parto natural a toda costa, lo que provocó un 83 por ciento de discapacidad en uno de los gemelos, según explica el abogado Javier Navarro.
El Servicio Canario de Salud alegó en el juicio que la decisión final entre parto natural o cesárea corresponde al médico, un argumento que rechaza ahora la sentencia, aludiendo a que "será la mujer la que tome la decisión final, una vez informada de ventajas y riesgos", y que lo contrario sería "usurpación inadmisible de un derecho ajeno".
La Sociedad Española de Ginecología ha mostrado su total desacuerdo con esta sentencia, que habla de "violencia obstétrica" y que critica "la primacía del parto natural por encima de cualquier circunstancia".