'La espía de cristal' recrea, desde el testimonio directo, la violación como arma de guerra

Pere Cervantes fue Observador de Paz para la ONU en Kosovo y para la Unión Europea en Bosnia-Herzegovina. Acaba de publicar 'La espía de cristal', en la editorial Destino, que es una historia de espías, amor y guerra donde vuelca parte de su experiencia en los Balcanes en lo relativo al uso de la violación de mujeres como arma de guerra. 

Es lo que también está ocurriendo en Ucrania con la invasión rusa, algo que le apena especialmente porque "cuando entregué la novela a finales de 2021 pensaba que hablaba de la que sería última guerra en Europa, pero hemos fracasado como continente".

Se teme que la situación pueda ser parecida a la que vivió en Kosovo donde "en un conflicto en el que hubo 10.000 muertes, se contabilizaron 20.000 violaciones. Y conocí su drama y tormento, pero no los años posteriores que son los que recreo en la novela". Y posteriormente lo que hubo son muchas más víctimas colaterales porque "de aquellas 20.000 violaciones hubo 4.000 partos y el 80% de aquellos niños fueron abandonados, además de que en una sociedad tan patriarcal muchos maridos abandonaron a las mujeres violadas".

La violación es un arma más de terror en la guerra, pero recuerda que en lugares como los Balcanes "fue sistemáticamente ordenada por los mandos serbios que equiparaban la conquista de la tierra con la del cuerpo de la mujer y fue una obsesión premeditada que llevaron a cabo soldados drogados y alcoholizados, pero alentados por los mandos".

Por todas estas atrocidades, Pere Cervantes, insta a que sea como sea "se pare la guerra en Ucrania", aunque el motivo sea económico: "Cuando se produjo la guerra en los Balcanes el mundo no estaba tan globalizado y no afectaba tanto a los demás países, pero ahora sí, así que, que pare aunque sea por dinero".