La exposición recoge 15 obras pintadas en los jardines del monumento y rinde homenaje a la estrecha relación que tuvo el pintor con la ciudad.
El Palacio Gótico del Real Alcázar de Sevilla es desde este martes y hasta el próximo 1 de marzo el mejor salón de exposiciones para los cuadros que Joaquín Sorolla pintó en los jardines de este monumento. “Sorolla en el Alcázar de Sevilla” rinde homenaje a la estrecha relación que tuvo el pintor con la ciudad.
La muestra reúne 15 obras del artista procedentes del Museo Sorolla de Madrid, inspiradas en los jardines y espacios del Real Alcázar, y es la primera vez que una parte tan significativa de este conjunto pictórico se expone en el mismo escenario que lo inspiró, a pocos metros de donde el artista montó su caballete.
El pintor realizó tres largas estancias en Sevilla, y gran parte de su obra es fruto del hechizo que el Real Alcázar ejerció sobre su mirada y su pincel.
En sus lienzos, estanques, fuentes y albercas cobran vida, manteniendo el movimiento en cada pincelada. El agua y la vegetación se convierten en protagonistas, fusionando la realidad del monumento con su representación artística y creando un diálogo constante entre luz y sombra.
Cada cuadro es un poema visual, una interpretación íntima de un rincón del Alcázar, donde Sorolla capta la esencia de Sevilla a través de la luz reflejada en el agua.
Con esta exposición, Sorolla vuelve al Alcázar, devolviendo la luz que un día se llevó de este lugar con cada pincelada.