Israel sigue sin asumir la autoría de los ataques, pero asegura que la guerra ha entrado en una nueva fase.
La empresa japonesa Icom "no puede confirmar" si sus walkie-talkies se usaron en las explosiones.
El grupo chií libanés Hizbulá confirmó en la madrugada de este jueves 20 nuevas bajas en sus filas, después de que horas antes una segunda oleada de explosiones en aparatos de comunicación sacudiera varios puntos del Líbano controlados por el movimiento político y armado.
En una serie de comunicados, Hizbulá confirmó el fallecimiento de una veintena de sus miembros oriundos de diferentes puntos del país, principalmente de la región meridional de Líbano y del oriental Valle de la Bekaa, e incluyendo también a un menor que identificó como nacido en 2008.
En esta segunda ocasión no han sido buscas los aparatos electrónicos que han estallado, como ocurrió el lunes, sino walkie- talkies, teléfonos móviles y ordenadores, que habían sido manipulados para colocarles una carga explosiva. Además de 20 muertos, los ataques han dejado más de 450 heridos.
En total en estos dos días de explosiones ya han muerto 32 personas y más de 3.000 han resultado heridas.
Israel no asume los ataques, pero su ministro de Defensa habla de una nueva fase de la guerra.
Por su parte, la empresa japonesa de telecomunicaciones Icom señaló este jueves que por el momento "no puede confirmar" si sus modelos de walkie-talkies fueron empleados en las explosiones contra Hizbulá. La firma, con sede en Osaka, apuntó a la posibilidad de que los dispositivos en cuestión fueran falsificaciones de sus modelos, o aparatos que se dejaron de distribuir hace una década a los que se añadieron baterías modificadas.