Las autoridades penitenciarias deben realizar la nueva liquidación de condena que fije cuántos años de prisión le quedan por cumplir
Fue condenado, en 1980, por 5 asesinatos y 4 intentos de homicidio en el despacho de abogados laboralistas de Comisiones Obreras
Juliá ha pasado casi 30 años prófugo de la justicia española
Ya está en la cárcel de Soto del Real uno de los autores de la llamada matanza de Atocha, en 1977. Carlos García Juliá ha llegado este viernes a España, extraditado desde Brasil.
Nada más aterrizar, escoltado por agentes de la Policía Nacional, ha sido conducido directamente a la cárcel de Soto del Real. Las autoridades penitenciarias deben realizar la nueva liquidación de condena que fije cuántos años de prisión le quedan por cumplir. Esta nueva liquidación debe ser validada por la Audiencia Nacional, y sobre ella cabe recurso por las partes.

El antiguo militante de Fuerza Nueva, que tenía 24 años cuando cometió la matanza, fue condenado en 1980 por cinco asesinatos y cuatro intentos de homicidio en el despacho de abogados laboralistas de Comisiones Obreras, en el número 55 de la calle Atocha de Madrid.
Tras cometer el crimen pasó más de un mes escondido hasta que fue detenido en marzo de 1977 y, posteriormente, juzgado y sentenciado a 193 años de cárcel. Su condena fue limitada al máximo de 30 años, previsto entonces por la ley y en 1991 se le concedió la liberad condicional.
PERIPLO DE FUGAS POR LATINOAMÉRICA
En 1991 se le concedió la libertad condicional y en 1994 solicitó autorización judicial para salir de España. Obtuvo después la autorización para viajar a Asunción (Paraguay) y trabajar allí, con la condición de presentarse mensualmente en la Embajada de España en Paraguay, pero incumplió lo previsto.
Desapareció e inició entonces un periplo de fugas por Latinoamérica. Su última pista se perdió en Bolivia, donde vivió un tiempo y fue encarcelado por un delito relacionado con el narcotráfico.
Tras dos décadas en paradero desconocido, fue detenido en diciembre del 2018 en Sao Paulo (Brasil) gracias a las investigaciones de las policías Nacional española y Federal brasileña y el apoyo de Interpol. Su extradición fue autorizada por el Tribunal Supremo de Brasil en agosto del 2019.
TESTIMONIO DE UN SUPERVIVIENTE DE LA MATANZA
Pasaban las 22:30 cuando tres terroristas de extrema derecha llamaban al timbre del número 55 de la calle Atocha, en Madrid. Aún estaba trabajando un grupo de abogados laboralistas. Buscaban al parecer al dirigente comunista Joaquín Navarro pero no estaba allí en ese momento.
Mataron a tiros a tres abogados, un estudiante de Derecho y el administrativo y otras cuatro personas resultaron heridas, entre ellas el letrado Alejandro Ruíz Huertas que recordaba en Canal Sur aquel momento. "Él fue a matar a todos, uno a uno".
Franco había muerto un año antes y los terroristas, creyéndose amparados por sus contactos, no se molestaron en huir de Madrid. Fueron detenidos José Fernandez Cerrá, Carlos Garcia Juliá y Fernando Lerdo de Tejada, que huyó tras un extraño permiso penitenciario. Años después se fugaba también Carlos García Juliá.
Al entierro de las víctimas asistieron más de cien mil personas, convirtiéndose en la primera gran manifestación de la Izquierda. Le siguieron importantes huelgas y muestras de solidaridad en todo el país y tres meses después, en abril, se legalizó el partido comunista, consolidándose el camino hacia la democracia.
43 años después, los homenajes a las victimas se suceden todos los años, con placas en la puerta del despacho y flores en el monumento de recuerdo.