La UE avala iniciar una carrera armamentística de 800 mil millones y reforzará la ayuda militar a Kiev para que pueda negociar la paz con Moscú desde una posición de fuerza.
Sánchez acelerará su gasto militar para alcanzar el 2% del PIB antes de 2029, que era la fecha fijada por la OTAN.
La Unión Europea avala iniciar una carrera armamentística de 800 mil millones y reforzará la ayuda militar a Kiev para que pueda negociar la paz con Moscú desde una posición de fuerza. En dos semanas, la presidenta de la Comisión, Úrsula Von der Leyen, detallará las ayudas y facilidades para ese incremento del gasto en defensa. España acelerará su gasto militar para alcanzar el 2% del PIB antes de 2029, que era la fecha fijada por la OTAN, según anunció anoche Pedro Sánchez. Es la respuesta del bloque europeo tras la suspensión del apoyo militar de Estados Unidos a Ucrania.

Falta saber ahora cómo se va a financiar. Donde sí hubo una discrepancia, la de Hungría, fue en el refuerzo de la ayuda militar a Kiev para que pueda negociar la paz con Moscú desde una posición de fuerza. "Estamos muy agradecidos de que no estamos solos y eso no son sólo palabras, lo sentimos", decía Volodimir Zelenski. El presidente ucraniano agradece que Europa cierre filas en torno a Ucrania en una cumbre que busca reforzar a largo plazo la defensa europea frente a Rusia, y más tras la apertura de un diálogo directo entre Washington y Moscú. El primer paso de ese rearme es la aprobación de una línea de crédito de 150.000 millones de euros.
En el debate sobre esta nueva herramienta financiera - cuya propuesta legal todavía debe presentar la Comisión - varias delegaciones han pedido que al menos parte de estos recursos sean concedidos en forma de subvenciones y no solo préstamos, entre ellas España y Francia, según fuentes comunitarias. La estrategia plantea también dejar que los países reorienten fondos europeos regionales a gasto en seguridad y defensa y utilizar toda la capacidad de financiación del Banco Europeo de Inversiones en este ámbito.
Costa aseguró en una rueda de prensa posterior que los Veintisiete acogieron este plan de forma "muy positiva" y también pidieron a Von der Leyen que recoja otras "opciones" en el Libro Blanco para la Defensa que desvelará a finales de mes y que las capitales discutirán sin "tabús".
Los líderes incluso identifican una serie de "áreas prioritarias", que son la de defensa aérea y balística, sistemas de artillería, misiles y munición, drones y sistemas contra drones, tecnología espacial y protección de infraestructuras críticas, movilidad militar, ciberseguridad, inteligencia artificial y guerra electrónica.
La urgencia de la situación en Ucrania, en particular la perspectiva de que Estados Unidos retire el apoyo militar a Kiev y la necesidad de garantizar la seguridad del país tras un eventual acuerdo de paz, ha permitido vencer la tradicional reticencia - cuando no radical oposición - de algunos países a la emisión de deuda común europea y a relajar el corsé fiscal para invertir.
Es el caso de los nórdicos - Suecia, Finlandia y Dinamarca - que, junto con los socios del Este que comparten frontera con Rusia, se han convertido en los principales defensores de un aumento exponencial del gasto, pero también el de Alemania, que suspenderá su propio límite nacional de deuda pública para acometer un programa de inversión de medio billón de euros en defensa.
"Lo más importante es ser muy francos para rearmar. No creo que tengamos mucho tiempo: gastar, gastar y gastar en defensa y la disuasión es el mensaje más importante", dijo la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, a su llegada a la reunión.
En términos similares, los primeros ministros de Polonia, Donald Tusk; Lituania, Gitanas Nauseda; y Letonia, Evika Silina, consideraron que las medidas sobre la mesa este jueves deberían ser solo un primer paso para elevar el gasto en defensa, incluso muy por encima del umbral del 2 % del PIB que exige la OTAN.
"La decisión sobre estos 150.000 millones y otras propuestas (...) obviamente no es suficiente, es un paso masivo pero no suficiente", dijo Tusk, quien consideró que será inevitable elevar el gasto nacional en defensa al 3 % del PIB. "Está bien si (otros países) no están listos hoy, pero es seguro que mañana necesitaremos un compromiso mucho más intenso", subrayó.
Por su parte, el canciller alemán, Olaf Scholz, pidió no limitarse a dar margen presupuestario adicional durante unos años sino acometer un cambio "a largo plazo" de las reglas para que los Estados puedan gastar en defensa "lo que consideren oportuno".
En este sentido, los líderes añadieron en las conclusiones una llamada al Ejecutivo comunitario para que "explore más medidas teniendo en cuenta las opiniones" expresadas durante la cumbre para aumentar el gasto en defensa en "todos los Estados miembros" garantizando también la "sostenibilidad de la deuda".