Según el informe elaborado por Unicef, se sitúa en el puesto 36 de 39 estados, con una tasa de pobreza infantil del 27,8 %.
Los menores de familias migrantes y los que viven en hogares con un solo adulto, especialmente una mujer, están más expuestos a la pobreza.
Unicef reclama expandir las políticas sociales de apoyo económico orientadas a la infancia y sus familias, y mejorar el acceso a servicios esenciales.
España sigue siendo uno de los países con mayores índices de pobreza infantil entre los Estados miembros de la Unión Europea (UE) y de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), y se sitúa en el puesto 36 de 39, según ha denunciado Unicef.
Innocenti, la oficina de investigación de Unicef, ha publicado este miércoles un informe que recoge que la tasa de pobreza entre los niños españoles aumentó desde 2014 hasta 2021 en comparación con el resto de países de la UE y alcanza el 27,8 por ciento si se tiene en cuenta el dato más reciente de ingresos de 2021. .
El documento, titulado "España: pobreza infantil en medio de la abundancia", indica que si se tiene en cuenta la privación material y la pobreza subjetiva, además de la pobreza monetaria, España si situaría entre las peores posiciones en pobreza infantil entre 2019 y 2021 de los países de alto ingreso.
En concreto, España se situaría en el puesto 36 de 39 países de la UE y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), colocándose solo por encima de Reino Unido, Turquía y Colombia, con una tasa del 28 %.
En cuanto a la evolución de la pobreza infantil, el informe de Unicef avisa de que algunos de los países más ricos del mundo experimentaron fuertes aumentos de pobreza infantil entre 2014 y 2021, mientras que la tasa de España mejora, con una reducción del 4 %.
Si bien en este sentido España se sitúa en el puesto 22 respecto al progreso de la pobreza infantil, el informe advierte de que se encuentra "entre los países que partían de unas altas tasas de pobreza infantil y cuyos datos no muestran una mejoría significativa, aunque se mantienen relativamente estables".
Al respecto, el presidente de Unicef España, Gustavo Suárez Pertierra, ha calificado de "inaceptable" que en 2023 España tenga esta tasa de pobreza infantil y ha llamado a "no volver la vista a otro lado ante la situación de cualquier niño que no disfrute de unas condiciones de vida dignas".
En relación con el progreso contra la pobreza infantil, el informe global refleja que entre el conjunto de los países analizados se ha reducido un 8 % de media en los siete años indicados, con lo que son unos seis millones de niños menos en esta situación.
Polonia y Eslovenia son los países que mejor están haciendo frente a la pobreza infantil, con una reducción de más del 30 %, mientras que algunos de los países más ricos están quedando rezagados, como Francia y Reino Unido.
Por otro lado, el estudio de Unicef puntualiza que la pobreza infantil no depende en exceso de los niveles de renta de los países, pues, por ejemplo, España y Eslovenia tienen similares niveles de renta por habitante, pero el primero tiene una tasa del 28 % y el segundo del 10 %.
De acuerdo al informe, las familias migrantes están especialmente expuestas a la pobreza en toda Europa. En concreto, en España la tasa de pobreza infantil se dispara al 70 % cuando los dos progenitores son extranjeros, casi el triple que la tasa cuando ambos son españoles.
Además, los niños que viven en hogares con un solo adulto, especialmente una mujer, están particularmente expuestos a la pobreza,. Y además en nuestro país se dan diferencias de tasas de pobreza infantil de más del doble entre distintas comunidades autónomas.
"El problema de la pobreza infantil en España es estructural, y debe ser abordado como tal. Su reducción es posible, pero es una decisión política. Es necesario hacer un esfuerzo mayor y más rápido", ha defendido Suárez Pertierra. Así, desde Unicef ven en esta nueva legislatura y en el nuevo Ministerio de Juventud e Infancia "una nueva oportunidad para terminar con la pobreza infantil".
Para ello, piden expandir las políticas sociales de apoyo económico orientadas a la infancia y sus familias, mejorar el acceso a servicios esenciales, ampliar la cobertura de medidas de conciliación y garantizar la educación 0-3, así como avanzar en la garantía de acceso a vivienda adecuada, e involucrar a la propia infancia en el debate.
Igualmente, reclaman impulsar herramientas como la Garantía Infantil Europea, aprobar la Ley de Familias o establecer una prestación universal por crianza.