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Diez años sin la pesadilla terrorista de ETA

La banda criminal anunciaba su fin hace una década en un vídeo de dos minutos y 37 segundos para anunciar que dejaba atrás 53 años de atentados y de asesinatos: 854 muertos, más de 7.000 heridos y 86 secuestrados. Más de 60 atentados aquí en Andalucía

En 2017 ETA entregó sus arsenales y anunció su disolución definitiva

El gobierno andaluz anunció este martes que reformará la Ley Andaluza de Asistencia y Atención a las Víctimas del Terrorismo. En Andalucia se produjeron más de 60 atentados. Hay 500 víctimas directas de ETA y 2.000 indirectas

CANAL SUR MEDIA 20 octubre 2021

Este 20 de octubre hace 10 años del fin de ETA, aquella lacra terrorista que tantas vidas quitó, tantas familias destrozó, tantas veces nos hizo abrir informativos. ETA anunciaba en un comunicado "el cese definitivo de la actividad armada". Lo hizo a través de un vídeo que a las 7 de la tarde fue publicado por el diario Gara. Se ponía fin a 53 años de violencia que dejó tras de sí casi un millar de muertos, más de 60 aquí en Andalucía, familias rotas y miles de heridos. Una década después, hay una nueva generación que no ha vivido bajo la sombra de la amenaza terrorista y que ignora, en muchos casos, lo que supuso ETA para la democracia en España.

Hoy hace 10 años que ETA anunciaba "el cese definitivo de la actividad armada". Siete palabras que supusieron un cambio en la historia más reciente de nuestro país. El sobresalto y la muerte que suponía cada atentado terrorista daba paso a una nueva etapa. Pero detrás quedaban 800 asesinatos. Para ellos y sus familias esas siete palabras llegaban demasiado tarde.

A las siete de la tarde de ese 20 de octubre de 2011, el diario Gara a través de un vídeo en el que aparecían tres encapuchados. Dos minutos y 37 segundos para dejar atrás 43 años de atentados y de asesinatos. 854 muertos, más de 7.000 heridos y 86 secuestrados. Es el legado de una banda terrorista que convulsionó los primeros años de la democracia en España.

En 2017 ETA entregó sus arsenales y anunció su disolución definitiva. Se acaba así la historia de una banda que marcó la vida de millones de españoles.

Muchas de sus víctimas fueron andaluzas. La banda terrorista ETA cometió más de 60 atentados en Andalucía. El primero con víctimas mortales en la capital hispalense, tuvo lugar el 28 de junio de 1991. Ese día los funcionarios de prisiones de la cárcel Sevilla 1 inspeccionaban un paquete cuando éste explotó. La deflagración causó cuatro muertos y varias decenas de heridos, entre ellos tres niños. Uno de esos heridos fue Joaquín Vidal, hoy presidente de la Asociación andaluza de víctimas del terrorismo.

El gobierno andaluz anunció este martes que reformará la Ley Andaluza de Asistencia y Atención a las Víctimas del Terrorismo. Así lo comunicó el vicepresidente de la Junta de Andalucía, Juan Marín, a representantes de la Asociación Andaluza de Víctimas del Terrorismo, con quienes se reunió, y a las que aseguró el respaldo del autogobierno de Andalucía. Entre otros objetivos está el de incluir a los afectados por atentados que en su momento no se pudieron acoger a las ayudas. El planteamiento es abir un plazo extraordinario para hacer que quienes no se pudieron acoger a las ayudas en su momento puedan hacerlo ahora.

La asociación andaluza de víctimas del terrorismo pide a Otegi "hechos" y no palabras. Solicita también que se esclarezcan los 400 asesinatos de ETA que aún no están resueltos, en palabras de de su portavoz, Joaquín Vidal, quien cree que es momento de mirar al futuro. En Andalucía, ETA mató a 19 personas a los que hay que sumar otras 200 que murieron en otros puntos del territorio. Las víctimas indirectas suman en torno a 2.200.

"TIENEN QUE PEDIR PERDÓN"

El Gobierno de España respondió también este martes a las palabras del dirigente de EH Bildu Arnaldo Otegi, de las que dijo eran insuficientes, porque deben pedir perdón, pasar de palabras a hechos y rechazar los homenajes a dirigentes de ETA que se siguen produciendo en calles del País Vasco y Navarra. Con esta postura, el Ejecutivo se desmarcó de las posiciones de valoración de las 2 formaciones de la coalición de Gobierno, pero no respaldó la propuesta del PP de rechazar cualquier pacto con las formaciones abertzales si antes no hay una condena expresa de la violencia etarra.

Tras esa reunión, la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, ha considerado que el gesto está "bien", pero que hay que ir mucho más allá, ya que la izquierda abertzale debe pedir perdón para no "revictimizar" a las víctimas como cuando participa en los homenajes que se organizan en sus localidades de origen a los presos de ETA que salen de la cárcel.

Unas palabras más exigentes que las que en nombre de la Ejecutiva Federal del PSOE pronunció el lunes su secretario de Memoria Democrática y Laicidad, Patxi López, tras la primera reunión de la nueva dirección socialista resultante de su 40 Congreso y que estuvo presidida por Pedro Sánchez.

López afirmó, junto al nuevo portavoz del PSOE, Felipe Sicilia, que la declaración leída por Otegi suponía "un avance" que podía ayudar a cicatrizar heridas y destacó lo que suponía por lo difícil que son los movimientos en el mundo abertzale.

Fuentes del Gobierno han rechazado que haya diferencias entre las opiniones del Ejecutivo y del PSOE, ya que considera que son las mismas aunque expresadas de distinta manera.

La posición más crítica que la del PSOE expresada por Isabel Rodríguez no ha sido óbice para que haya reconocido la legimitidad de EH Bildu al mostrar su "absoluto respeto" por todas las fuerzas políticas del Congreso cuando ha sido preguntada por si las palabras de Otegi pueden allanar el camino para que su formación apoye los presupuestos.

Sánchez ha evitado opinar explícitamente sobre esa declaración, y preguntado por los periodistas en los pasillos del Senado, se ha remitido a las manifestaciones del PSOE y de la portavoz del Gobierno.

Rodríguez no ha querido replicar al PP, que ha denunciado que las palabras de Otegi permiten al Gobierno "blanquear a Bildu", pero el portavoz socialista en el Congreso, Héctor Gómez, ha criticado la política de "odio y confrontación" de la derecha con asuntos como ETA.

El líder del PP, Pablo Casado, ha insistido en los argumentos de su partido al acusar al PSOE de "blanquear a Otegi para pactar los presupuestos".

"Bildu debe condenar el terrorismo, rechazar los homenajes a etarras y colaborar con la Justicia para esclarecer los 300 crímenes de ETA aún impunes. No hay nada que acordar con ellos", ha escrito en las redes sociales.

En esa línea, el PP ha presentado una iniciativa parlamentaria pidiendo que se excluya de cualquier pacto a quienes no condenen a la banda terrorista.

Las diferencias entre partidos han frustrado una declaración institucional del Senado con motivo del décimo aniversario del fin de ETA que había impulsado el PSOE.

Este grupo ha renunciado a seguir negociando el borrador del texto, que para aprobarse debería contar con el apoyo unánime de todos los senadores, para evitar, según fuentes socialistas, que se siga "instrumentalizando" un asunto tan delicado.

La portavoz socialista, Eva Granados, había incorporado a un borrador inicial las peticiones hechas por su homólogo del PP, Javier Maroto, para incluir una condena expresa al terrorismo etarra, pero el documento entregado a los demás portavoces no ha logrado el consenso necesario y su debate público ha acrecentado la polémica.

En medio de ella, Otegi, un día después de leer la declaración, ha emplazado al expresidente Felipe González a decir que él "organizó los GAL".

"Nosotros no tenemos ningún problema en asumir lo que hemos hecho. Queremos saber si ellos están dispuestos a hacerlo", ha subrayado.

Durante la jornada se han sucedido otras voces que han valorado o reprochado el gesto de la izquierda abertzale.

El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero ha destacado la "gran trascendencia" de la declaración, cuyas páginas ha dicho que "hablan por sí solas", y el presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, ha considerado que es "más de lo que se venía diciendo pero menos de lo que nos gustaría oírle -ha dicho-".

El Gobierno vasco, por boca de su portavoz, Bingen Zupiria, la ha calificado de "un acontecimiento más", y el de Navarra, por parte de su vicepresidente y consejero de Presidencia, Jesús Remírez, la ha valorado aunque la ha considerado insuficiente.

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