El Granada y el Leganés empataron sin goles (0-0) en un enfrentamiento donde los locales hicieron méritos para ganar pero terminaron por pagar sus evidentes dificultades para definir en la portería contraria. El Granada sumó por primera vez en su historia cuarenta y tres puntos en la máxima categoría del fútbol español tras empatar sin goles contra el Leganés en el estadio de Butarque.
"Hemos conseguido un punto histórico porque sumamos cuarenta y tres, la máxima puntuación histórica. Para un recién ascendido como nosotros nos hace sentir orgullosos y demuestra que independientemente de cómo se ponga el partido el Granada siempre compite", dijo en rueda de prensa el técnico Diego Martínez. "Para un recién ascendido como nosotros nos hace sentir orgullosos y demuestra que independientemente de cómo se ponga el partido el Granada siempre compite", dijo en rueda de prensa el técnico Diego Martínez.
El Granada parecía encontrarse cómodo con el partido planteado por el Leganés, acercándose a cuentagotas pero dejando sensación de solidez. Fue Machís, ex jugador blanquiazul, quien dispuso de la más clara con un duro disparo raso desde la frontal que acabó despejando a córner Iván Cuéllar.
La réplica, cuando el descanso pedía paso, fue una entrega desde el lateral de Recio que se paseó por delante del arco sin que nadie llegara a desviarla a las mallas pese a los intentos de tocar el esférico de varios compañeros.
De vuelta al verde unos y otros volvieron con sangre nueva. Y en el caso de los leganenses de manera sorpresiva, pues Rodríguez fue sustituido por Assalé. Además Roque Mesa entró en el lugar de Eraso. Dos cambios hizo también el Granada con la introducción de Eteki y Carlos Fernández por Azeez y Antoñín.
Las fuerzas y las ilusiones renovadas animaron a los de Diego Martínez, que avisaron con un intento de Puertas que rozó el palo. Fue un espejismo pues acto seguido empezaron a sucederse peligrosas ocasiones del Leganés.
Un Assalé voluntarioso dio otro ritmo a la ofensiva y fruto de su ímpetu provocó un penalti tras ganarle la posición a Neva. Lo asumió Guerrero pero entre Rui Silva y el larguero le negaron la diana. No acabó ahí el calvario y la frustración del 'nueve', que instantes después envió al lateral de la red una contra que le había dejado en buena posición para marcar.
Problemas de acierto, mala suerte con las lesiones... el duelo terminó siendo fiel reflejo de algunos de los males que han castigado durante la temporada a un equipo anfitrión que poco a poco va perdiendo fuerza en la difícil batalla por seguir en la elite. Ese problema ya no lo tendrá el Granada, quien sigue sumando puntos para redondear la que ya es una gran campaña.