Este viernes entran en vigor las medidas previstas en la declaración de emergencia por sequía aprobada por la Generalitat.
Afectan a más de 200 municipios de Barcelona y Girona, donde los embalses han bajado de los 100 hectómetros cúbicos.
La Generalitat de Cataluña ha declarado la emergencia por sequía en más de 200 municipios. A partir de este viernes, casi seis millones de personas tendrán restricciones en el abastecimiento y consumo de agua. Las medidas van a afectar, sobre todo, a la agricultura.
La decisión del Gobierno catalán llega con los pantanos en una media del 15% y con los ríos con un caudal muy escaso. El presidente Pere Aragonès ha sido este jueves el encargado de anunciar la declaración de emergencia por sequía que, en concreto, afecta a Barcelona y área metropolitana y a Girona y su entorno, debido a las escasas reservas de los embalses que abastecen a estas áreas de la comunidad y a la falta de lluvia. En concreto, se ven afectados 202 municipios que ya estaban en situación de preemergencia y 5,9 millones de habitantes.
La decisión se ha tomado tras una reunión extraordinaria de la Comisión Interdepartamental de la Sequía de la Generalitat, donde se ha decidido declarar la emergencia en el sistema Ter-Llobregat después de que las reservas de estos embalses han bajado de los 100 hectómetros cúbicos, el umbral para entrar en emergencia.
El Plan Especial de Sequía consta de 3 fases, y este jueves se ha declarado la primera, que supone pasar de una dotación de agua de 210 litros por habitante y día de la fase de preemergencia a los 200. Además, se reducirá la presión del agua en el abastecimiento a los hogares. Estas medidas entran en vigor desde este viernes una vez que ya se ha publicado en el Diario Oficial de la Generalitat de Cataluña la resolución de la declaración del estado de emergencia.
En esta primera fase se prohíbe también el riego de árboles y jardines botánicos, excepto el de supervivencia y con agua regenerada o freática; el llenado de fuentes ornamentales y lagos, a menos que sea para la preservación de especies autóctonas o en riesgo; y se prohíbe el lavado de coches, excepto si es en negocios dedicados a esta función y con agua regenerada.
En cuanto al llenado de piscinas, podrán hacerlo los gimnasios y clubes deportivos con piscinas cubiertas inscritas en el censo de equipamientos deportivos de la Generalitat, y también las descubiertas todo el año para el deporte federado, pero se deberá compensar el gasto de agua con el cierre parcial de duchas.
Lo mismo sucede en el caso del deporte federado que necesite riego, como el fútbol, que en la fase 1 podrá regar los campos pero deberá compensar el gasto de agua con las duchas; y en emergencia tampoco se permitirá el uso de duchas o instalaciones de limpieza de pies en las playas o actividades como fiestas del agua o de la espuma.
EL 55% DE AGUA EN DOMICILIOS CATALANES ES REGENERADA
El presidente de la Generalitat ha destacado que antes de activar el Plan de Sequía y aumentar la producción de las desalinizadoras, el agua regenerada suponía "poco más del 15% del total del agua que llegaba a los domicilios" catalanes, y que, en cambio, en la actualidad supone más del 55%.
Aragonès también ha destacado que el sector agrícola y ganadero catalán es el que "hasta hoy está soportando mayoritariamente el esfuerzo de reducción de agua", algo que les ha agradecido y ha llamado a que otros sectores se sumen, como industrias, actividades recreativas y los servicios.
Las nuevas medidas afectan a los 202 municipios del sistema Ter Llobregat, que abastece el área metropolitana de Barcelona y parte de Girona. Este sistema, el mayor de Cataluña, entra en una fase de emergencia en la que ya están desde hace tiempo el acuífero del Fluvià Muga (Girona), el embalse de Darnius Boadella (Girona) y el de Riudecanyes (Tarragona), con lo que, en total, son 239 municipios los afectados.
La fase de emergencia es la más grave de todas y tiene tres estadios: en el primero (el actual, con el sistema Ter-Llobregat por debajo de 100 hectómetros cúbicos de reservas), las dotaciones de agua máxima se reducen a 200 litros por día y habitante para todos los usos (comercial, industrial, lúdico o personal). En los futuros estadios dos (67 hm3) y tres (33 hm3), descienden a 180 y 160 litros, respectivamente, al tiempo que se incrementan otras restricciones.
Las dotaciones máximas son medias de todos los consumos y, si se supera el umbral, los municipios deben aplicar medidas para bajar el consumo.
Dentro de cada hogar no hay una restricción concreta, pero la recomendación es seguir ahorrando todo lo posible y tratar de que el consumo no supere los 90 litros por habitante y día.
En la primera fase de emergencia, se reduce en un 80 % el riego agrícola, en un 50% el consumo en la ganadería y en un 25% el industrial, el mismo porcentaje que se aplica para usos recreativos.