Los corazones béticos empiezan a acelerarse a pocas horas de la final de la Conference League. Una final que se vive con enorme intensidad por los aficionados desplazados y que se han hecho fuerte en la Plaza del Mercado de Breslavia.
Más de 50.000 aficionados podrán ver la final en una pantalla gigante en el estadio Benito Villamarín .
118 años después de su fundación, el Betis puede hacer historia. La noche de este miércoles luchará por su primer título continental en la final de la UEFA Conference League contra el Chelsea inglés en la ciudad polaca de Breslavia, dada en llamar "Betislavia" tras ser inundada la marea blanquiverde. Los corazones béticos empiezan a acelerarse.
Unos 15.000 béticos están en Breslavia, aunque con entradas son 12.000. Entre las autoridades el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz y el presidente de la Junta, Juanma Moreno
La mañana ha sido muy intensa en el aeropuerto con vuelos charter y también convencionales. Son muchos los aficionados que han hecho rutas extraordinarias, con varias escales para llegar finalmente a la ciudad polaca
La línea de autobus del aeropuerto ha funcionado de forma ininterrumpida. Son 45 los vuelos previstos hasta el jueves. La fiesta entre los seguidores del Betis y del Chelsea en Breslavia (Polonia) es la tónica habitual por sus calles, aunque algunos incidentes en las pasadas horas motivaron la actuación de la policía y la detención de cuatro hinchas españoles.
Más de 50.000 aficionados podrán ver la final en una pantalla gigante en el estadio Benito Villamarín .
Desde bien temprano en Sevilla ha empezado a intuirse la marea verde con camisetas de toda índole desde primera hora de la mañana.
Hasta un conserje de un edificio céntrico de oficinas, Francisco, ha decidido que, pese al sevillismo de la mayoría de sus inquilinos, le da exactamente lo mismo y que mañana, pase lo que pase, se la pondrá también.
Son cuarenta los grados que se esperan este martes en la 'ciudad del Betis', como la llaman los irreductibles, pero ello es ni ha sido óbice para que los béticos empiecen a echarse a la calle de manera escalonada ante la perspectiva y expectativas de una noche que esperan mágica.
Muchos balcones lucen colgaduras con banderas béticas y llamamientos a volver a la Plaza Nueva tres años después de que este enclave se convirtiera en símbolo del beticismo y lugar de cita de la celebración de la Copa del Rey ganada en 2022 en La Cartuja al Valencia.
'Yo iba de Pellegrini y me cogiste de la mano', reza una en la vecina Plaza del Salvador en doble referencia a la sevillana de María del Monte y al santo y seña, el técnico chileno que, como su equipo, vivirá en Breslavia su primera final europea ante el equipo que dirige su discípulo y exjugador del eterno rival bético, el italiano Enzo Maresca.
En todo caso, el cántico más tarareado es el 'Betis alé, Real Betis Balompié, tienes que ganar la Copa, a Plaza Nueva hay que volver', la banda sonora del título copero de 2022 que se pretende repetir ante el todopoderoso Chelsea, al que ya ganó en el Villamarín hace casi veinte años en Liga de Campeones con el gol del canterano Dani.
Ese cántico es la leyenda de la gigantesca pancarta que exorna la fachada del Benito Villamarín que da a la avenida de La Palmera, la que va desde el centro histórico de Sevilla al estadio bético y que se convertirá en la arteria verde por la que transite la afición bética hacia su casa durante toda la tarde de este tórrido miércoles.
Heliópolis, el barrio del Betis, también calienta motores en verdiblanco en sus numerosos bares y terrazas hasta la hora del partido mientras en la Plaza Nueva espera el patrón de la ciudad, convertido en bético por un sevillista confeso, el simpar Silvio Rodríguez Melgarejo, que cantó aquello impagable de "cuando el rey don san Fernando conquistó Sevilla, él se preguntó dónde está mi Beeeti, Beeti.."
A los pies del Rey Santo, también espera un escudo con las trece barras que pocos conocen y que no es fácil de ver y distinguir a menos que se sepa dónde está porque los chinos de río con el que está hecho hace que se confunda con el pavimento de la plaza.