Ha sido adquirida por 1,8 millones de euros, frente a los 37 millones que costó en su día.
Llegó al Puerto de Sevilla en 2012 y llevaba once años almacenada.
La tuneladora de la SE-40, adquirida para abrir paso a la autovía bajo el Guadalquivir y que costó en su día 37 millones de euros, acabará en la chatarra.
Tras once años almacenada en Coria del Río, y una vez abandonado el proyecto para el que fue adquirida, una empresa especializada en desmontajes de infraestructuras industriales la ha adquirido por 1.800.000 euros.
La máquina, cuyo objetivo era perforar el túnel norte de la SE-40, llegó un 8 de marzo de 2012 al Muelle del Centenario del Puerto de Sevilla.
Sus dimensiones eran colosales: una altura equivalente a siete pisos, 150 metros de longitud y una cabeza de catorce metros de diámetro.