Las últimas lluvias de la borrasca Nelson han cambiado la fisonomía de este paso, por el que cruzan muchas hermandades durante la romería del Rocío.
Las últimas lluvias de la borrasca Nelson han cambiado la fisonomía de muchos ríos y parajes andaluces.
Es el caso del Vado de Quema, un paso natural del río Guadiamar por donde cada año pasan muchas hermandades filiales durante la romería del Rocío.
Situado en el término municipal de Aznalcázar (Sevilla), las intensas precipitaciones han devuelto el agua al cauce del río, que en este punto baja ahora con abundante caudal.
El año pasado algunas hermandades tuvieron que recurrir al agua embotellada para bautizar a los nuevos romeros, ya que la sequía había secado el cauce.